Los agentes rurales incorporan drones con cámaras térmicas antiincendios
Tecnología punta, conocimiento del territorio y personal experto. Estos son los pilares básicos con los que el cuerpo de los Agentes Rurales de la Conselleria d’Agricultura, Ramaderia i Pesca cuenta para hacer frente a la campaña de incendios de este verano, que empieza hoy y se alargará hasta el 15 de septiembre. Una de las novedades más destacadas es la incorporación de cuatro drones con cámaras térmicas que, entre otras funciones, servirán “para controlar el territorio, pero también para vigilar zonas donde se pueden producir incendios intencionados, así como para detectar puntos calientes y evitar resurgimiento de las llamas”. Así lo anunció ayer la consellera de Agricultura,Teresa Jordà, durante una visita a la sede del cuerpo en la finca de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda.
Para utilizar esta tecnología, varios efectivos se han formado en este campo, de manera que no será necesario disponer de pilotos externos para hacerlos funcionar. Además, disponen de un helicóptero de última generación y de 230 vehículos, de los cuales una veintena son nuevas pick up “mucho más resistentes y que hemos comprado este año para poder llegar a zonas de difícil acceso”, detalló el director general de Agentes Rurales, Marc Costa. La Generalitat ha destinado este ejercicio 6 millones de euros a la prevención de los fuegos.
La consellera aprovechó para hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana recordando que “ocho de cada diez incendios se producen por causas antrópicas”, o sea, son provocados por la actividad humana. Gracias a las lluvias de los últimos meses, que han reducido la sequía, no se espera un verano tan complicado como el anterior. Con todo, los expertos piden “extremar las precauciones”. “Hay gran cantidad de sotobosque y tenemos una vegetación muy espesa”, alertó Montserrat Barniol, directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio.
Barniol lamentó que la sociedad catalana aún no es “suficientemente consciente” de que hay que tener cuidado de las zonas forestales de Catalunya, que representan el 64% de la superficie total. “Si tenemos bosques en buen estado, tenemos mejor bienestar para la población y mejores bienes patrimoniales, culturales o productivos”, apuntó. Recordó que el 80% de esta masa forestal pertenece a propietarios privados y que desde la Conselleria se está trabajando en diferentes planes para sacar rédito a una gestión forestal sostenible, como la biomasa o construcciones ligeras con madera, entre otros.
Jordà quiso poner en valor el trabajo de los más de 600 servidores públicos que luchan en la prevención del fuego, entre agentes rurales (500), ingenieros y efectivos del servicio. “Minimizan los riesgos y evitan grandes incendios que pueden ser devastadores”. Además, este cuerpo con 30 años de vida cuenta con la colaboración de los 7.600 voluntarios de las 307 Asociaciones de Defensa Forestal repartidas en todo el territorio.
Los agentes rurales tienen tres perros que les ayudan a trabajar sobre el terreno, “uno en alta zona de montaña, que hace el seguimiento del oso y el lobo, otro que detecta venenos que alguien puede poner a animales como los buitres, y un tercero, Piris, entrenado para encontrar sustancias acelerantes, como restos de carburante en la zona de inicio del fuego”, detalló
El perro Piris es clave en la investigación de las causas de los fuegos, que en un 26% son intencionados
Costa. En Torreferrusa, Piris hizo una demostración muy efectiva de sus habilidades olfativas. “Es un entrenamiento muy exigente, de unos dos años”, subrayó el director. Piris es clave en la investigación de las causas de los incendios ya que el 26% de los fuegos forestales son intencionados. El 2017 se quemaron 1.983 hectáreas en toda Catalunya, aunque un 90% de estos afectaron menos de una hectárea.