“Esto parece un tanatorio”
Ramos se hace el inocente en la crisis de la selección pero le lanza guiños a Lopetegui
Perejil en todas las salsas, Sergio Ramos entró en la sala de prensa del estadio Fisht con retraso, esbozando una media sonrisa y acompañado de Fernando Hierro. No cabía un alfiler. Todas las butacas ocupadas y periodistas de pie. Más de uno, si no hubiera estado trabajando, habría cogido las palomitas porque el madridista tenía mucho que contar y que callar. Iba a ser el primer jugador del equipo en pronunciarse sobre el despido de Lopetegui y su relevo por Hierro. Pero, además, Ramos acumula tantas polémicas en sus alforjas, con la reciente lesión de Salah en su currículum, que necesitaría un equipo de abogados que le defendiera de tantos pleitos. El de Camas, que intentó que no se produjera el despido de Lopetegui, despejó preguntas al patadón, se escapó de otras haciéndose el inocente, como si no hubiera querido imponer su influencia, tuvo guiños con Lopetegui y cerró filas con el nuevo técnico. Los jugadores ya se sabe, a rey muerto, rey puesto. Al menos públicamente. Dentro no siempre es así.
“Julen era muy importante y es parte de este Mundial pero España debe estar por encima de cualquier nombre propio. No ha sido agradable pero hemos de pasar página. Nadie mejor que Fernando (Hierro) para cubrir la ausencia”, se arrancó el sevillano. Si aquí contemporizó, llevó al extremo su capote cuando habló del papel de los futbolistas en la crisis de Krasnodar, en concreto sobre la tensa reunión que mantuvo con el presidente de la Federación, Luis Rubiales. “No somos los que tenemos que valorar esto, son decisiones que no nos corresponden. A nosotros nos compete la parte deportiva” (después en Tele 5 añadió que su relación con el dirigente era buena y que no se había peleado con él). En cambio, sí admitió estar más enterado de lo que se iba cociendo que otros. “Cuando eres capitán te toca saber un poco más de la cuenta”.
Como apenas se hablaba del partido, una de las responsables de comunicación de la Federación pidió que no se preguntara más sobre la polémica. Su solicitud no tuvo éxito y las cuestiones siguieron cayendo. A este respecto Ramos negó que el vestuario esté roto. “No hay ninguna grieta, cada uno piensa distinto porque somos de nuestra madre pero la idea colectiva es la misma, ir a por el Mundial. A unos les dará más pena y a otros menos”, reflexionó el defensa.
Abortado este frente, se le abordó por la reacción de crítica de personajes del fútbol por su acción en la final de la Champions con Salah. “Algunos se agarran a algo para ser más populares. Quien tenga dudas sobre mí, que
BALONES FUERA
“No nos compete a los futbolistas tomar según que decisiones, nuestra parcela es la deportiva”
LAS RELACIONES EN EL EQUIPO
“Cada jugador piensa distinto, a unos les da más pena y a otros menos pero no hay grietas en el vestuario”
mire mi currículum y me diga si puedo ganar algo más”, sacó pecho. En la sala había de todo menos alegría, sobre todo en el tono de Ramos. Hasta el punto que las últimas palabras del jugador merecen ser recordadas: “Me gustaría despedir esta rueda de prensa con una sonrisa porque parece que estamos en un tanatorio y debutamos en el Mundial”. Ahora sí, no hay más preguntas, señoría.