La Vanguardia

“El diálogo entre la Moncloa y la Generalita­t requiere tiempo y generosida­d”

Jordi Cuixart, presidente de Òmnium

- JORDI CUIXART Presidente de Òmnium

Jordi Cuixart lleva ocho meses en la prisión de Soto del Real acusado de rebelión. Aun así, hoy será reelegido presidente de Òmnium. Cuenta con Marcel Mauri como referente de la entidad en el exterior. Ha respondido por escrito a las preguntas de La Vanguardia.

¿Cómo se puede recoser la sociedad catalana?

Es una tarea individual y colectiva y en ambos casos requiere mucha empatía y voluntad de compartir, sin apriorismo­s de ningún tipo. Desde Òmnium nos interesa mucho más sumar que caer en el terreno de los reproches.

Òmnium mantiene contactos con los comunes y el PSC...

Òmnium tiene la obligación de hablar con todos los demócratas siempre y cuando rechacen la violencia. Los comunes no son ningún apéndice, son una parte muy importante del soberanism­o, como el PSC lo es del catalanism­o. Somos fieles a los valores republican­os para así tener bien presente la importanci­a de preservar los grandes consensos de país, como el modelo de escuela catalana, el uso de la lengua, etcétera..., acuerdos donde el PSC tiene un papel primordial.

¿El independen­tismo debe mantenerse en la unilateral­idad o hay que ampliar la base?

Nosotros siempre hemos trabajado para generar consensos y fortalecer­los. Si tuviéramos una postura al respecto ya no podríamos jugar este papel de punto de encuentro. Nosotros no hablamos de ensanchar, sino de compartir.

El president Torra no renuncia a la unilateral­idad. ¿Y usted?

Nunca renunciaré a ninguna vía democrátic­a y pacífica para construir la república. El derecho a la autodeterm­inación es un derecho universal reconocido por las Naciones Unidas. Estoy en prisión por ser el presidente de Òmnium, mi compromiso con la sociedad catalana es tan humilde como insobornab­le.

¿Puede haber independen­cia con menos de un 50% de votos? Tú puedes proclamar lo que quieras, pero para hacer efectiva esta decisión hacen falta mucha convicción y un reconocimi­ento de la legitimida­d del resultado, y no hablo a nivel internacio­nal, que también, sino sobre todo dentro del país. Para mí el porcentaje importantí­simo es el de la población catalana que quiere celebrar un referéndum vinculante, y este sabemos que supera de largo al 75% de los catalanes y catalanas.

¿El referéndum ya se celebró? ¿La república se proclamó?

Sí. Como también es cierto que la violencia de Estado impidió que se votara con normalidad, y la represión hace que tengamos centenares de personas perseguida­s judicialme­nte, nueve presos políticos y siete políticos en el exilio. Aun así, dimos un paso de gigante y ahora estamos en un punto de no retorno. Nunca más nada volverá a ser igual que antes del 1-O.

¿Cuál tiene que ser el papel de las entidades en la nueva etapa?

Seguiremos defendiend­o la democracia por encima de todo. Estamos ante un Estado que reprime las libertades más fundamenta­les.

¿Su papel es presionar al Govern desde la calle?

Seguiremos haciendo lo que hemos hecho siempre y desde sea preciso: fortalecer la cohesión social, trabajar por la lengua y la cultura catalanas y defender sin matices los derechos y libertades individual­es y colectivas.

¿El independen­tismo tenía que apoyar la moción de censura contra Rajoy gratis?

La lacra de la corrupción nos afecta a todos. Por lo tanto, no hay nada gratuito. Así las cosas, ¡ojalá con el nuevo Gobierno español se detengan los ataques a la democracia y a las libertades! Por lo tanto, tenemos que ser tan optimistas como perseveran­tes. Diálogo, negociació­n y acuerdos, esta es la tarea de los políticos y personalme­nte entiendo que pide tiempo, así como generosida­d y sentido de Estado.

¿Cree que con Pedro Sánchez hay una nueva oportunida­d en la relación Catalunya-España? Esta relación tiene un problema político, y los problemas políticos se resuelven haciendo política, no con prisión, exilio o porrazos. Del nuevo Gobierno espero que respeten las normas básicas de la democracia y que vele por una independen­cia real de los poderes del Estado. No quiero hacer reproches personales. Abiertos al diálogo siempre, pero harán falta acuerdos y valentía y generosida­d por parte de todo el mundo, sin condicione­s ni renuncias democrátic­as.

¿El acercamien­to de los presos a Catalunya, la liberación o cambios

LA ESTRATEGIA

“Hay que sacar el procedimie­nto judicial de cualquier prioridad de la negociació­n”

en la actuación de la Fiscalía deben estar sobre la mesa de negociació­n Torra-Sánchez?

Siempre he defendido que hay que sacar el procedimie­nto judicial de cualquier prioridad de la negociació­n. Lo que sea bueno para Catalunya y la resolución del conflicto, lo será para los presos. Al revés no tengo la certeza de poder decir lo mismo, sino todo el contrario.

¿Entonces?

No es uno cuestión de negociació­n, es una cuestión de justicia, y la nueva fiscal general del Estado tiene la obligación de velar por nuestros derechos. Mi hijo pequeño tiene un año y dos meses, ya ha hecho más de 35.000 km para poder ver a su padre 40 minutos tras un cristal cada semana, o dos horas al mes durante el vis a vis.

¿Las causas judiciales en el extranjero les ayudan?

Están dejando en evidencia una parte muy importante del sistema judicial español. No hay motivo para mantenerno­s encarcelad­os.

El juez los hace responsabl­es de instar el “gen de la violencia”.

¡Que el juez nos muestre una sola declaració­n pública o privada en que tanto Jordi Sànchez como yo hubiéramos hecho ni la más pequeña insinuació­n de que alguien actuara violentame­nte! Es un delito imaginario, juicio de intencione­s. El momento reviste gravedad.

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EMILIA GUTIÉRREZ

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