La Vanguardia

Empate para empezar

En un partido trepidante, Cristiano impide la victoria de España con un gol de falta al final

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Sochi Enviado especial

La selección española empató ayer en su debut en el Mundial frente a Portugal (3-3). La roja (ayer de blanco) chocó contra un triplete de Cristiano.

España se levantó de la lona en el thriller de Sochi pero no pudo coronar su vuelta a la vida con una victoria porque Cristiano Ronaldo, autor de un triplete, se lo impidió con un libre directo imparable. La selección española reaccionó por dos veces cuando estaba grogui pero le faltaron un par de minutos para atrapar un triunfo que le habría venido de perlas, y más teniendo en cuenta el polvorín interno con el que se había presentado en el partido. El punto puede ser bueno o malo en función de los partidos ante Irán, líder del grupo, y Marruecos. Hay que valorar en su justa medida la personalid­ad del equipo de Fernando Hierro, que quiso reivindica­rse tras un mal inicio, que se recuperó tras un fallo garrafal de un lamentable De Gea, y que bien pudo ganar con buenos minutos de fútbol, con un Diego Costa bigoleador y con un remate sideral de Nacho. Todo eso quedó anulado por Cristiano que, con suerte y gracias a un penalti, un fallo del portero y una falta espectacul­ar y precisa salvó a Portugal el día que Hacienda le acorraló. Él condenó al final a España a la igualada cuando olía ya los tres puntos.

El partido se presentaba con el cartel de mejor de la primera fase y difícilmen­te será superado. Tuvo de todo, alternativ­as, brillo, polémica, errores y mucha emoción. Fue así desde el inicio porque no pudo empezar peor para la selección española, que vivió un punto y seguido del lío provocado por Florentino Pérez y Lopetegui. A los tres minutos el equipo de Hierro, en su debut, ya iba perdiendo. Con polémica arbitral, eso sí. Cristiano, motivadísi­mo, se adentró en el área y buscó el contacto de Nacho. El colegiado, el italiano Rocchi, decretó penalti y Cristiano lo transformó. No pareció que la acción fuera merecedora de tal castigo pero el VAR no salió a pasear. ¿Para qué está?

Sin tiempo para asentarse, para

UN DUELO DE ALTERNATIV­AS

conectar y para pensar sólo en el fútbol, la roja, anoche de blanco, ya tenía que remar. Le tocaba a España dejar el estado de sonambulis­mo. Hierro había elegido un once con Nacho en el lateral, con Koke en el lugar de Thiago y con Diego Costa en punta.

Con los cuatro del Barça como fijos la selección española intentó ir hacia arriba. Con toque y paciencia pero no había profundida­d. Resoplaba Hierro, ya sin americana antes del cuarto de hora, pero a partir de aquí sus futbolista­s crecieron y lo harían más a partir del empate a uno. Busquets lanzó un balón hacia Costa, que placó a Pepe. Falta. Pero el juego siguió y el delantero completó una jugada sensaciona­l. Aguantó la pelota, amagó, se fue para un lado, salió por el otro y batió a Rui Patrício. Un golazo que debió ser anulado pero tampoco aquí el videoarbit­raje sirvió para nada.

El 1-1 fue una inyección de adrenalina para España y para sus aficionado­s, mayoría en las gradas de Sochi, que resonaban como una marabunta. Como si hubieran redescubie­rto su fútbol los españoles se fueron a por un tesoro mayor. A punto estuvo de encontrarl­o Isco, con un cacao durísimo que se estampó en el larguero. El balón cayó sobre la línea pero no la traspasó.

Portugal estaba acusando el golpe y España cada vez estaba más a gusto. Incluso se marcaba alguna jugada de tiralíneas. Costa abrió un balón para Alba, que irrumpió por su costado y le sirvió una pelota a Iniesta como esas que le pone a Messi en el Barça. Pero el manchego tiró desviado.

Dos grandes ocasiones desperdici­adas que serían penalizada­s al borde del descanso. Un balón en largo del equipo de Santos, un rebote y el esférico que cae al borde del área a los pies de Cristiano. El madridista conectó un chut con la zurda muy centrado. Lo normal era que De Gea se hiciera con el balón sin problemas pero el portero puso mal la mano, no colocó el cuerpo por detrás y la pelota se coló. Una acción indigna de un portero de categoría. Jugó temblando todo el partido y el debate de la portería se va a abrir.

Era otro momento psicológic­amente duro que ponía a prueba la fortaleza del equipo español. Pero los de Hierro reaccionar­on con pólvora y le dieron la vuelta al decorado con dos goles casi consecutiv­os. El primero en una falta botada por Silva que peinó Busquets y que remachó Costa y el segundo con un remate espectacul­ar de Nacho. El defensa conectó un balón desde fuera del área a media altura y lo mandó a la red tras tocar en uno de los palos. La curva que dibujó el balón resultó magnífica.

Por primera vez mandaba España, que se sintió cómoda. Otra asistencia de Alba pudo ser el cuarto pero Costa no encontró el arco. Busquets reinaba, Isco fantaseaba, Iniesta controlaba y los de Hierro dominaban. Era el momento del refresco y entraron Thiago y Aspas, mientras Portugal recurría a Quaresma, Mario y André Silva. Tras un partido de fuertes emociones quedaba la última, el zarpazo de falta de Cristiano tras una infracción innecesari­a de Piqué sobre el propio delantero. Otro golazo aunque De Gea (vaya noche la suya) ni se tiró. El partido fue un espectácul­o.

España se levantó de la lona por dos veces gracias a Costa y Nacho pero Ronaldo anotó un triplete

 ??  ?? Desafío y empate El equipo español superó varios obstáculos pero no pudo doblegar a Ronaldo. En la imagen, Iniesta y Alba se cruzan con el portugués al final del partido
Desafío y empate El equipo español superó varios obstáculos pero no pudo doblegar a Ronaldo. En la imagen, Iniesta y Alba se cruzan con el portugués al final del partido
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