La denuncia a Llarena divide a la oposición
La denuncia que el presidente del Parlament, Roger Torrent, interpuso ayer, en nombre de la Cámara, contra el juez Pablo Llarena y otros tres magistrados del Supremo, a quienes acusa de un delito de detención ilegal y otro de prevaricación que vulneran los derechos de los diputados presos y en el extranjero, ha provocado fuertes críticas de los grupos constitucionalistas, mientras que los comunes y la CUP han apoyado la iniciativa. La decisión de emprender acciones contra Llarena se tomó en una reunión de la Mesa sin unanimidad, y sólo los miembros soberanistas del órgano, que tienen mayoría, votaron a favor. En un principio Torrent planteó presentar una querella, pero finalmente ha sido una denuncia, de manera que el presidente del Parlament no interviene personalmente como parte acusadora y se limita a poner en conocimiento de un juez unos hechos que considera constitutivos de delito. Así, el proceso no tendrá costas para la Cámara. En todo caso, el portavoz adjunto de Cs, Fernando de Páramo, lamentó que Torrent “presione a los jueces” con esta denuncia y le acusó de hacer un uso partidista de la institución. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, envió una carta a Torrent en la que insta a retirar la denuncia y donde recuerda la división que generó en la Mesa esta decisión, además de estar pendiente de un informe jurídico no emitido.