Discrepancias sobre el trato que debe darse a los migrantes del ‘Aquarius’
Oltra rechaza la aplicación de la ley de Extranjería, pero el Gobierno no lo descarta
¿Cuál será el tratamiento jurídico que recibirán los 629 migrantes del Aquarius? La respuesta no está clara. La portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, advirtió que puede haber expulsiones y devoluciones a sus países de origen en caso de que alguno de ellos cuente con antecedentes penales o tenga prohibida la entrada a España. “El Gobierno no puede descartar nada”, admitió Celaá.
Sin embargo, la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, se mostró totalmente contraria a que se les aplique la ley de Extranjería: “No han llegado aquí, ha sido el Gobierno Español quien los ha llamado debido a la situación de excepcionalidad y emergencia”. Más contundente se mostró ante la posibilidad de que algunos puedan ser trasladados a un centro de internamiento de extranjeros (CIE). Al respecto, Oltra recordó varias acuerdos de las Corts Valencianes adoptados desde el 2015 en los que se insta al cierre de estos centros. “La posición del Consell valenciano está clara, porque apoya totalmente el criterio de las Corts”, añadió.
La vicepresidenta valenciana desveló que, en las tres reuniones coordinadoras de este dispositivo, la posición de los representantes del Gobierno central ha sido que cuando lleguen estas personas se les dé la entrada en España por razones humanitarias. Y que, por lo tanto, se les ofrezca la posibilidad de manifestar la voluntad de pedir asilo, con la que se acogerían al plan de proteccióny no debería de aplicárseles la ley de Extranjería, que es la vigente cuando llegan migrantes en patera.
Este criterio contradice lo que manifestó el día anterior en València la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien dio a entender que se estudiaría caso por caso quién podría acogerse a este estatuto y que algunos serían trasladados a los CIE.
Ayer la portavoz del Ejecutivo español informó que, una vez lleguen los tres barcos, entre estos el Aquarius, previsiblemente mañana al mediodía, los migrantes recibirán en primer lugar atención médica antes de desembarcar. Entre estos hay seis mujeres embarazadas y más de un centenar de menores.
Luego se les tratará “uno a uno, para saber dónde se les acomoda y proveer todas sus necesidades”. Y a partir de ahí se les aplicará el protocolo de frontera europea, en el que, insistió, “nada es descartable”. Es decir, cada caso será analizado de manera individual, del que resultará la protección a aplicar si se les reconoce el estatus de refugiado o el de inmigrante económico, “o si efectivamente tiene delitos que le hacen acreedor de ser expulsado”.
Celaá aseguró que la actuación del Gobierno español ante esta “crisis humanitaria” pretende ser “un catalizador, un aldabonazo para que Europa tome cartas en el asunto”. Y así lo expondrán en el próximo Consejo Europeo, donde quieren reabrir “de una vez por todas” el debate sobre la política de migraciones. La portavoz del Ejecutivo, no obstante, aseguró que la decisión de acoger a los migrantes del Aquarius no supondrá un riesgo de efecto llamada para España. “No hay tal efecto llamada hoy en día”, zanjó la portavoz. Los barcos atracarán con intervalos de tres horas para que puedan ser atendidos correctamente todos los migrantes.
En paralelo, ayer cinco personas fallecieron en el mar intentando llegar a España. Varias embarcaciones de Salvamento Marítimo tuvieron que emplearse a fondo desde las cinco de la madrugada del viernes para rescatar a las decenas de pateras que fueron llegando a las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar.
En algo más de diez horas, los rescatistas auxiliaron a 366 personas –de ellas, al menos 16 son
Decenas de pateras alcanzan las costas andaluzas con 498 personas a bordo, cinco de ellas fallecidas
mujeres– que viajaban a bordo de 45 pateras. En ese lapso de tiempo, también pudieron confirmar una vez más la tragedia en la frontera sur: cuatro fallecidos que fueron rescatados, presumiblemente ahogados, del mar. Además, 127 migrantes pudieron ser auxiliados con vida el pasado jueves, al tiempo que se rescataba el cadáver de otra persona. En total, fueron 498 inmigrantes –entre ellos, los cinco fallecidos– los que alcanzaron las costas andaluzas en algo más de 24 horas.