La Generalitat recurre al ‘blockchain’ para promover redes de energía solar
El particular cobrará los vatios que no consuma en tokens para pagar impuestos
La Generalitat aprovechará la tecnología blockchain (cadena de bloques) de Ethereum para facilitar que los ciudadanos puedan producir energía solar, compartirla, e incluso comerciar el excedente de electricidad que produzcan sus placas sorteando las trabas y restricciones que impone la actual normativa estatal. “Se trata de montar microrredes de comunidades de vecinos, aisladas de la red comercial, que captarán su propia energía a través de placas solares, la distribuirán entre esos vecinos y, usando la tecnología blockchain como mecanismo de gestión y facturación, abonará recompensas en tokens (criptomonedas) a aquellos que consuman menos del promedio y cobrará en esos tokens a quienes lo excedan”, explica Lluïsa Marsal, promotora del proyecto ioCAT que impulsa el Institut Català de la Energia (Icaen).
La intención de la Generalitat es que sean los ayuntamientos quienes implementen este proyecto, subvencionando la instalación de placas solares para crear las microrredes del municipio y permitiendo que los tokens acumulados sirvan para pagar algunos impuestos y tasas locales. Además, podrán establecer otras acciones de eficiencia energética premiadas con tokens, de modo que cada residente del municipio disponga de un monedero donde contabilizar los tokens que tiene y de donde descontar el pago de impuestos.
Marsal admite que el proyecto tiene un coste económico inicial para las arcas municipales y cada ayuntamiento tendrá que valorar qué gasto puede asumir, pero asegura que también proporciona beneficios tanto en términos de sostenibilidad como de dinamización de la economía local, porque hay comercios y servicios que se ven favorecidos. Por tanto, el éxito del proyecto dependerá de si los gobiernos locales aceptan perder ingresos en aras del medioambiente y la sostenibilidad. De todos modos, en un primer momento y para los ayuntamientos que se animen a participar en la prueba piloto, la Generalitat se compromete a comprar los tokens aceptados para el pago de impuestos. Según Marsal, el Icaen dispone de un presupuesto de un millón de euros para arrancar esta prueba piloto con cuatro o cinco municipios, que se elegirán por concurso público. La Generalitat ofrecerá la plataforma de blockchain en toda Catalunya para que cada ayuntamiento cree su red, y también facilitará apoyo para que incentiven y faciliten
El éxito del proyecto dependerá de si los ayuntamientos aceptan perder ingresos en aras de la sostenibilidad
la instalación de placas solares a las comunidades de vecinos interesadas. Según los expertos, el coste de una instalación solar de unos 2.000-3.000 vatios de potencia oscila entre los 3.000 y 5.000 euros, en función de las tasas e informes que exige cada ayuntamiento.
Al margen del proyecto ioCAT, se espera que el Congreso modifique en los próximos meses la normativa actual, la que introdujo el llamado impuesto al sol –el peaje que han de pagar quienes producen energía fotovoltaica en casa– y las trabas para las instalaciones de autoconsumo, para adaptarse a la nueva política energética europea, que prohíbe de forma expresa estas tasas o cánones.