Un registro a partir de GPS comienza a controlar las deyecciones ganaderas
Ya ha entrado en vigor la obligtoriedad de registrar con GPS y a tiempo real la aplicación de las deyecciones ganaderas a más de 10 kilómetros de su punto de origen. Esta tecnología permitirá una mejor gestión agronómica, económica y logística de las deyecciones en Catalunya, sobre todo las de los purines provenientes de las granjas porcinas. Agricultura, Ramaderia i Pesca ha puesto en marcha una plataforma informática donde los ganaderos deben presentar los datos sobre el origen, el destino y las características del estiércol, purines, gallinazas y fases sólidas.
Los titulares de las explotaciones deben darse de alta en el sistema a través de un trámite telemático en la Conselleria, para obtener un código GPS que los identificará y que será válido para todos los transportes y aplicaciones desde el momento de la carga hasta su destino. El código (uno para cada titular) debe incluirse en cada transporte y aplicación, y se puede utilizar para cualquiera de las granjas o entidades de origen de las deyecciones.
El proyecto se ha llevado a cabo mediante el desarrollo de softwares de gestión de deyecciones por parte de la empresa privada en colaboración con la administración. El envío de datos se hace incorporando sensores a la maquinaría agrícola (la cisterna, el remolque o la cabina del tractor), lo que evita la manipulación de la información.
Según Agricultura, esta medida obligatoria, además de contribuir a una fertilización ajustada en las zonas con elevada densidad ganadera, donde los campos no tienen capacidad para absorber todo el nitrógeno generado por los purines, permitirá una correcta gestión de las deyecciones, minimizar costes, organizar la logística, utilizar herramientas de apoyo y reducir tareas administrativas. La implantación de los GPS también será muy útil a la hora de identificar los bancos de tierras, optimizar las rutas, cuantificar las unidades fertilizantes aportadas, evaluar costes, establecer un precio unitario de servicio y generar facturas, albaranes e informes técnicos, por parte de las partes implicadas en el sistema (agricultores, ganaderos y transportistas).
La disposición llega acompañada de medidas para garantizar una fertilización adaptada a las necesidades de los cultivos. Un cambio normativo derivado de un real decreto implica la sustitución o modificación del 95% de las 36.000 cisternas de aplicación de las deyecciones, medida que Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) reclama que se pueda aplicar progresivamente en dos años, para evitar que los productores que usen los sistemas tradicionales sean penalizados a la hora de recibir ayudas.