Torres crece con una nueva bodega en Costers del Segre
Bodegas Torres prosigue su expansión en las zonas con tradición vinícola de Catalunya. La última incorporación es la nueva bodega de la comarca leridana de las Garrigues, en el viejo Mas de l’Aranyó, a escasos kilómetros de Les Borges Blanques. Este año la bodega completará todo el proceso de elaboración de un vino, desde la cepa al embotellado, la primera añada de Purgatori. Se trata de una producción limitada de 36.000 botellas, un coupage de cariñena, garnacha y una porción de syrah.
Es la quinta bodega del grupo en Catalunya, con las tres del Penedès, la del Priorat, y la de la Conca de Tremp, y la primera que Torres incorpora a la DO Costers del Segre. Miquel Torres, director general de Família Torres, de la quinta generación de una saga vinculada al vino, explicó que la empresa ha invertido 3,8 millones de euros en este proyecto, lo que incluye la adecuación de la finca, adquirida el año 1999, la construcción de la bodega y la reforma de la vieja masía, que en el siglo XVIII, pertenecía a la comunidad benedictina del monasterio de Montserrat. “Esta finca proveía de vino al monasterio. La bodega y la finca se encomendaban a los monjes que debían purgar algún pecado. Para ellos era como un purgatorio en la tierra”, afirma. Según los enólogos Josep Sabarich y Albert Llopart, el clima y las condiciones físicas de la finca, con inviernos duros y veranos extremos, junto con la sequedad del terreno, ayudan a crear un vino equilibrado a partir de una concepción ecológica. La primera añada, no procesada aquí fue en el 2012, y desde entonces, las diferentes guías de vinos, han calificado Purgatori por encima de los 90 puntos. El Mas de l’Aranyó es un terreno ideal para la experimentación. Por eso, se han plantado unas hectáreas de una variedad de uva de las denominadas ancestrales, la Gonfaus, de la cual ya se ha elaborado una añada. Según Miquel Torres, “se trata de hacer un recorrido por la historia de la viticultura”.