La directiva más cotizada de Alemania es española
CON MÁS DE 25 AÑOS DE EXPERIENCIA EN EL SECTOR, BELÉN GARIJO, ALTA EJECUTIVA EN LA EMPRESA FARMACÉUTICA MERCK, ES LA MUJER DE EMPRESA MEJOR REMUNERADA EN EL PAÍS
Belén Garijo es una de las ejecutivas más poderosas dentro de la industria farmacéutica mundial, tras más de 25 años de experiencia en el sector. Desde hace siete años, desempeña su labor en distintos puestos y responsabilidades en la empresa química y farmacéutica alemana Merck, donde en enero del 2015 alcanzó un sillón en el consejo ejecutivo de la compañía.
Según el diario económico alemán Handelsblatt, la española Belén Garijo percibió el año pasado un sueldo de unos 5,7 millones de euros anuales, lo que la convierte en la mujer mejor remunerada entre los directivos de las empresas que constituyen el DAX, el índice bursátil germano. Garijo figura además entre las diez mujeres más influyentes del empresariado alemán.
Belén Garijo López, de 57 años, aterrizó en el consorcio Merck hace casi siete años, cuando el grupo farmacéutico atravesaba una crisis. Junto a otros ejecutivos, Garijo modificó el anterior amplio catálogo de medicinas de Merck para concentrarlo en hormonas de fertilidad y tratamientos contra el cáncer, la esclerosis múltiple y la diabetes, y reorganizó también las áreas básicas de investigación y desarrollo.
“Merck siempre ha tenido buenos proyectos en productos farmacéuticos, pero hemos mejorado mucho en la implementación y la comunicación con las autoridades reguladoras”, declaró Garijo al diario Handelsblatt el pasado enero.
Nacida en Almansa (Albacete) en 1960, de padre funcionario y madre ama de casa, Belén Garijo López se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Alcalá de Henares y se especializó en farmacología clínica. Según detalla sobre su biografía la web corporativa de la empresa Merck, Belén Garijo ejerció la medicina en España durante seis años, para luego iniciar su carrera en la industria farmacéutica, en el ámbito de investigación y desarrollo. Fueron ocho años, primero en la filial española de Laboratorios Abbott y luego en el cuartel general de la firma en Estados Unidos. Y hubo otros destinos antes de recalar en Merck.
Hoy en día, la directiva Garijo gestiona unos 7.000 millones de euros en ventas y tiene su cargo a más de 20.000 empleados en Merck Healthcare, la división del gigante farmacéutico alemán que engloba desde biofarmacia hasta tratamientos contra las alergias y salud del consumidor. En septiembre del año pasado asumió también la responsabilidad de recursos humanos del grupo. Por lo demás, es consejera independiente de la cosmética francesa L’Oréal, del banco español BBVA y de la farmacéutica estadounidense PhRMA.
La alemana Merck, con sede en Darmstadt (land de Hesse), se precia de ser la empresa farmacéutica más antigua del mundo, con 350 años a sus espaldas. Fue fundada en 1668 por Friedrich Jacob Merck, que compró la farmacia del Ángel en Darmstadt; ahí empezó todo. Ahora es una potente multinacional del sector, con unos 50.000 empleados en 66 países. Merck agrupa sus actividades bajo el grupo Merck KGaA: el 70% de las acciones pertenecen a la familia Merck, y el 30% restante cotiza en bolsa.
Para no estar lejos de Darmstadt, Belén Garijo reside en Frankfurt. Está casada con un médico, también español, con el que tiene dos hijas ya mayores. Antes de comenzar su actual y exitosa trayectoria en la alemana Merck, Garijo fue vicepresidenta sénior de operaciones globales en Europa en Sanofi-Aventis, gerente general de Aventis España (2003-2006), vicepresidenta global de oncología en Aventis (2000-2003) y directora de la unidad de negocios de oncología en la empresa Rhône-Poulenc Rorer en 1996. Todo ello la ha llevado a vivir en varios países, como Estados Unidos, Francia, Suiza y ahora Alemania, donde cosecha titulares por los buenos resultados de su trabajo.
Especialista en farmacología clínica, Garijo gestiona 7.000 millones en ventas y 20.000 empleados
Que hablara en plural no fue lo que más asustó al político europeo sino su obsesión actual: la liberación de los pueblos. A mí no me extrañaría que este hombre se disfrazara todas las noches de Simón Bolívar y manejando una espada se asomara a la plaza Molina, que está frente a su casa. Por eso siempre que cruzo esa plaza barcelonesa y observo cómo un perro nocturno se mea insolente al pie de la estatua de su abuelo poeta acelero el paso. Temo ver aparecer a nuestro hombre en el balcón tocado con bicornio y blandiendo una espada parecida a la del Libertador.
Estos días, en Palo Alto, ese clúster de industria creativa donde operan unas 40 empresas, una vez más, lo peligrosos que pueden llegar a ser algunos hermanos, que da igual que se apelliden Maragall o Mariscal.
Sentado en un banco, mientras observaba la histórica chimenea del viejo recinto fabril, concluí que lo único que parecen saber hacer estas gentes de nuestro ayuntamiento es obligar a los empresarios a convertirse en oenegés. Sólo eso. Porque parece más que evidente el odio africano que siente parte de nuestro Ayuntamiento por toda la Barcelona de Pasqual Maragall. Odio que parezca querer confundir a los empresarios con los especuladores y con la llamada pijería, es decir, con Mariscal, el del perro raro.
Suerte, Palo Alto.