Duque gana las presidenciales de Colombia con un amplio margen
El exguerrillero Petro falla en su intento de que la izquierda llegue al fin al poder
Iván Duque, abogado y exsenador derechista de 41 años del partido uribista Centro Democrático (CD), será el próximo presidente de Colombia después de ganar al exalcalde izquierdista de Bogotá, Gustavo Petro del movimiento Colombia Humana. Duque ha obtenido un 54,1% de los votos frente al 41,7% de su rival, en unos comicios donde la participación ha caído al 44% en comparación con el 53% de la primera vuelta.
Confirmando los pronósticos que le daban por vencedor en la segunda vuelta, Duque acaba de esta forma con el sueño de Petro, exguerrillero del M-19, de llevar a la izquierda al poder por primera vez en la historia de Colombia, único país sudamericano que nunca ha sido gobernado por una fuerza progresista. La victoria de Duque también supondría el regreso indirecto al poder del expresidente Álvaro Uribe (20022010), aunque el virtual ganador insistió durante la campaña que el suyo “será el gobierno de Iván Duque”, como dijo en entrevista con La Vanguardia antes de la primera vuelta del 27 de mayo, que venció con el 39% de los votos, seguido de Petro, con el 25%. No obstante, en aquella ocasión afirmó que espera contar con el apoyo de Uribe “para sacar adelante la agenda de reformas que necesita Colombia”.
En este sentido, será difícil que Duque pueda desmarcarse de Uribe como hizo tras ganar las elecciones del 2010 el actual presidente Juan Manuel Santos, que fue ministro de Defensa del exmandatario antes de convertirse también en su delfín. Para sacar adelante sus proyectos de ley, Duque necesita la fuerza de Uribe, senador más votado de la historia en las legislativas de marzo y líder parlamentario de CD, la formación más numerosa del Congreso. No obstante, y a pesar del enfrentamiento personal entre Uribe y Santos, la presidencia de Duque no significaría un cambio del modelo económico liberal, a diferencia de lo que propugnaba Petro, un candidato anti establishment tachado de “castrochavista” por la derecha, a pesar de que criticó abiertamente al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En cambio, el triunfo de Duque abriría un escenario desconocido porque su principal promesa de campaña ha sido la polémica revisión de los acuerdos de paz con las FARC. Duque ha reiterado estos días lo mismo que en la mencionada entrevista: “Nunca he dicho que haya que destruir los acuerdos, lo que hay que hacer son unas modificaciones para que la paz no sea una política del Gobierno, sino una política de Estado duradera y creíble”. Sin embargo, esas “modificaciones” apuntan, entre otras cosas, a que los excomandantes guerrilleros, ahora líderes políticos con poca influencia, acaben cumpliendo duras penas de cárcel.
La campaña ha sido un reflejo de la polarización entre los dos dispares modelos sociales y económicos que propugnan Duque y Petro. Tras depositar su voto, Uribe no perdió ayer la oportunidad de lanzar un último dardo contra Petro, identificándolo una vez más con el chavismo. “He votado por ellos (Duque y su candidata a vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez) porque son garantía de crecimiento con inclusión social, son garantía para que Colombia no caiga en el destructivo socialismo”.
Por su parte, Duque aparcó la confrontación y en el colegio electoral, al que acudió con sus tres hijos, se concentró en mandar un mensaje a las clases baja y media. “Queremos un país emprendedor, donde haya micro, pequeñas y medianas empresas que generen empleo de calidad, que permita derrotar la pobreza y expandir la clase media”, indicó.
Petro le replicó postulándose como el único cambio real, “un cambio que en el fondo desean todos los colombianos; no creo que haya uno solo que crea que todo está bien”, dijo tras votar.
El presidente Santos calificó estas elecciones de “trascendentales” tras la disolución de la guerrilla de las FARC y que el país se transformaba para bien. El presidente puso como ejemplo que los colombianos puedan decidir con normalidad y sin la amenaza de la violencia entre dos modelos tan opuestos.
“Queremos un país emprendedor, con empleo de calidad que expanda la clase media”, dijo el ganador