Prohibidas las aplicaciones que venden los contactos
Que WhatsApp nos pida tener acceso a nuestra lista de contactos es normal, la necesita para que podamos enviar mensajes a nuestros contactos. Que lo haga una aplicación de recetas de cocina gratuita –por ejemplo– no lo es, y nos debería hacer sospechar. Muchos desarrolladores de apps pedían la agenda de contactos de los usuarios que se instalaban sus aplicaciones, para poder hacer acciones de marketing, pero también para vender esos datos sin el consentimiento de los afectados. Justo el tipo de prácticas que han puesto a Facebook en problemas. Además, la información de los contactos no se limita a su nombre y número de teléfono, sino a toda la información que el usuario tenga asociada a cada contacto, como fotos, fecha de nacimiento, direcciones postales, o la empresa en la que trabaja. Después del escándalo de Cambridge Analytica, Apple no ha querido ser la siguiente en verse salpicada por no respetar la privacidad de sus usuarios y por eso discretamente ha modificado las normas de su tienda de aplicaciones. A partir de ahora, prohíbe expresamente a los desarrolladores convertir esas agendas en bases de datos que puedan vender o compartir con terceras partes. Y una aplicación no puede obtener la lista de contactos de un usuario, decir que se está utilizando para una cosa, y luego usarla para otra cosa, a menos que el desarrollador obtenga el consentimiento nuevamente. Aquellos que infrinjan estas normas pueden ver cómo su aplicación desaparece de la tienda y el desarrollador puede ser eliminado del programa para desarrolladores. A pesar de que Apple haya actuado ahora, lo que no puede hacer es recuperar la información que las aplicaciones ya han recogido. Si queremos estar más tranquilos, siempre podemos ir a los ajustes de nuestro iPhone y no permitir que las apps tengan acceso a los contactos.