Más liviana y entretenida
Alberto Rodríguez trabaja ya en la segunda parte de ‘La peste’ (Movistar)
La peste es contagiosa. Tras el éxito obtenido en la primera temporada de la serie de Movistar, creada por Alberto Rodríguez y Rafael Cobos (La isla mínima), el director sevillano y su guionista de cabecera se encuentran ya inmersos en la preparación de la segunda temporada, que se estrenará el próximo año, una entrega que avanza que “será más liviana y más entretenida” que la primera. La peste sorprendió por la enorme calidad de la producción y la operadora está encantada con los resultados obtenidos. Telefónica defiende que fue su mejor estreno de ficción de su historia, superando a Juego de tronos, con un 90% del consumo en el servicio bajo demanda.
En su primera temporada, la serie contaba la historia de Mateo (Pablo Molinero), un hombre que vuelve a Sevilla del siglo XVI para resolver una cuenta pendiente y tiene que terminar investigando un asesinato en una sociedad hipócrita, inmersa entre el miedo a la Inquisición y el hedonismo practicado en secreto. Paco León da vida a Zúñiga, un retorcido hombre de negocios de la ciudad que entonces era la principal capital de Europa. Un mundo que acaba devorado por las ratas y la enfermedad.
Pese al éxito, no todo fue de color de rosa en esa primera temporada. Las dificultades para recrear una Sevilla que ya no existe hicieron que el presupuesto se disparara hasta los diez millones de euros. También fueron abundantes las críticas al acento andaluz empleado por los protagonistas, hasta el punto de que algunos espectadores aseguraban que “no se entendía nada”.
“La segunda parte tiene menos que ver con la angustia existencial que tenía el personaje de Mateo y menos que ver con la guerra de religiones. Vamos a exponer una parte desconocida de la ciudad de aquel siglo que se nos quedó sin contar y que era fascinante”, señala Rodríguez.
El director sevillano, que no aspira a trabajar en Hollywood “porque el inglés que yo hablo no es nada fluido”, tiene muy claro que él prefiere hacer películas antes que series de televisión. Su obsesión es el tiempo, ganar tiempo para su vida privada y también para su trabajo. “No tengo tanto tiempo como para ver series de seis capítulos de casi una hora de duración. Y en noventa minutos se cuenta muy bien una historia”, asegura. Por eso señala que no va a asumir todo el peso de la serie “porque supone un desgaste muy grande, aunque luego nunca se sabe”.
Aunque todavía no hay cifras para el presupuesto de la segunda temporada, el director cree que puede ser menor. “Hacer la Sevilla del siglo XVI es complejísimo. La idea de la serie nació mientras tomábamos una cerveza, pero luego te das cuenta de que esa ciudad que has creado en tu mente no existe realmente, que no puedes rodar con ningún elemento real, ni siquiera con la Catedral, con lo que los gastos se multiplican”, reconoce Rodríguez quien recuerda que la primera temporada estuvo a punto de no hacerse, “pero de manera sorprendente se apostó por la calidad” y Movistar siguió adelante.
Alberto Rodríguez reivindicaba hace unos días en una entrevista a ABC que el cine español lleva muchos años pagando por el no a la guerra de la gala de los premios Goya. “Hemos tenido que soportar muchas mentiras desde entonces, y no fue algo que se inventaron los que hicieron esa ceremonia, es que la calle no quería ir a esa guerra”. Y añade: “Hay muchas mentiras sobre el cine español, como que está subvencionado, pero es que en este país está subvencionado hasta el papel de periódico, y no me parece mal. Otra mentira de bulto es que sólo hacemos películas sobre la Guerra Civil, pero sólo el 2% lo es”.
Una vez terminado el rodaje de la segunda parte de La peste, Alberto Rodríguez iniciará un nuevo proyecto cinematográfico con una idea de ciencia ficción que le ronda por la cabeza, un proyecto “que no es precisamente caro”. Al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez únicamente pide que dé al cine la importancia que se merece, aunque es consciente de que “en la etapa de austeridad han sufrido pilares importantes de la sociedad como la sanidad, la educación o la cultura en general”.