La Vanguardia

Kolarov rompe la fortaleza de Keylor Navas

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

La selección de Costa Rica llegó ayer al Samara Arena con la idea de repetir su sorprenden­te actuación en el Mundial de Brasil, donde hace cuatro años se convirtió en la sensación del campeonato y llegó hasta cuartos sin perder ni un partido. Los hombres de Óscar Ramírez contaban con su arma de siempre: una defensa muy bien engrasada y coordinada, con cinco hombres atrás y cuatro en el centro del campo, sin tentacione­s atacantes. En la portería, Keylor Navas, titular en la portería del Real Madrid, iba a ser la última barrera ante una Serbia muy conjuntada y que, en teoría se presentaba como superior.

Aunque los serbios llevaban la iniciativa y tenían el control del balón, el cerrojazo dio resultado durante la primera parte. Las asistencia­s al área del 9 serbio, Alexander Mitrovic (Fulham), no encontraba­n rematador, y la estrella balcánica Milinkovic-Savic (Lazio) estaba desapareci­da. Al inicio de la segunda parte también parecía que iba a ser muy difícil romper la muralla de los ticos. David Guzmán (Portland) sometía además a un férreo marcaje a Mitrovic, que se había adelantado para ser él mismo el rematador y vérselas con Navas.

Pero los serbios encontraro­n al fin la forma de hacer un agujero al muro planteado por Ramírez. Fue en una de las faltas que Guzmán hizo a Mitrovic a pocos metros del área. Alexánder Kolarov, lateral izquierdo del Roma, lanzó un tiro certero, ajustado a la cruceta, que hizo inútil la estirada de Navas.

La muralla costarrice­nse ya no tenía sentido, así que tuvieron que adelantar las líneas para buscar el gol. Pero ni Marco Ureña (Los Ángeles) ni Bryan Ruiz (Sporting Lisboa) ni Johan Venegas (Saprissa) estaban finos. Ramírez dio entrada a Joel Campbell, extremo zurdo del Betis. No pudo ser. El mejor ataque no fue ayer una buena defensa.

De hecho con la pólvora costarrice­nse mojada el portero serbio, Vladimir Stojkovic, tuvo poco trabajo en su puerta. Los serbios volvieron a recuperar la iniciativa. Mitrovic, Milinkovic-Savic, y sus compañeros Dusko Tosic o el veterano Branislav Ivanovic cobraron más protagonis­mo.

Tras esta derrota, Costa Rica tendrá ahora que buscar una gesta como la que logró en el anterior Mundial, ya que Brasil y Suiza, sus otros rivales del grupo E, van a poner mucha más pólvora para tirar esa muralla.

PÓLVORA MOJADA

Superada su coordinada defensa, Serbia pone en evidencia la falta de gol de la selección ‘tica’

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