Inglaterra inaugura una nueva era
Sin Rooney, sin Defoe, sin Hart... ni siquiera Lallana. Una Inglaterra tan renovada como impredecible se estrena esta tarde en Rusia 2018 ante un Túnez que hace menos de 10 días ya demostró su solidez ante España y que llega a este Mundial invicta en la fase de clasificación. De la mano de Gareth Southgate, el combinado de los Tres Leones llega con el objetivo de olvidar todas las frustraciones del pasado reciente y no tan reciente, empezando por el fiasco de la última Eurocopa, cuando el equipo que entonces dirigía Roy Hodgson cayó en octavos ante Islandia en un cruce amable tras una fase de grupos ya apurada.
Tras tirar aún de las viejas glorias en la fase de clasificación, Southgate ha querido hacer tabula rasa y con el comodín de Harry Kane, su capitán y hombre más destacado, se presenta en esta fase final con sorpresas como el joven lateral del Liverpool Alexander-Arnold y una filosofía y un esquema de juego revolucionarios para su país. Porque esta Inglaterra se atreve con una defensa de tres centrales y un nutrido centro del campo encomendado al toque y la transición y, lógicamente, al último pase de Dele Alli y la pegada de Sterling y el propio Kane.
“El equipo está listo y tiene claro cómo queremos jugar”, explicó ayer en Volgogrado, donde se disputará el partido, el técnico revelando que incluso había ofrecido el once de esta tarde a los suyos. Saben quién va a jugar y cómo hacerlo, pero no los hemos saturado de información. Conocen su trabajo y tienen claro que sólo podemos avanzar como colectivo”.
Túnez, por su parte, afronta el duelo con la convicción de que Inglaterra es el rival por batir para meterse en octavos, dando por hecho que Bélgica ocupará la primera plaza de grupo. Sin embargo, el técnico Nabil Maaloul tendrá hasta última hora la duda de su principal organizador, Wahbi Khazri, quien aún se recupera de una lesión muscular que se produjo con su club, el Rennes, a final de temporada.