Los primeros días de Fernando Hierro: “Apenas he dormido”
Fernando Hierro detalla sus primeros días como seleccionador
Café largo en la mano, ojeras marcadas y muchas ganas de disfrutar y de transmitirlo. Fernando Hierro departió con un grupo de enviados especiales durante media hora, ayer en el estadio del FC Krasnodar. Lo hizo para repasar todos los temas, no huir de ninguno y para conjugar un verbo que le encanta: empatizar. Cree que lo ha conseguido con los futbolistas y lo intenta también con el entorno. Por eso se maneja con una amabilidad extrema y al saludar no se limita a dar la mano sino que la pasa por la espalda y abraza. Ese calor humano piensa que le vendrá bien a la selección. Eso y ser consciente de lo que ha ocurrido. “Voy a ser claro, directo y muy honesto. Sé que soy seleccionador por circunstancias, no soy seleccionador por mi currículum como entrenador. No es una falsa humildad. Es una realidad. No me puedo engañar”, se arranca. No pierde la sonrisa pero no puede ocultar que las jornadas para él están siendo larguísimas. “Los tres primeros días en el cargo apenas pude dormir. No encontraba horas para ver y ver más vídeos. Yo vine con traje y una corbata y eso es diferente trabajo al que se hace con un chándal. De vez en cuando me ponía uno pero para correr (se ríe). Yo hacía de poli malo para proteger al grupo como director deportivo y ahora me toca otra cosa”.
Esa “otra cosa” es pilotar la nave y tomar decisiones. “Todo lo que ocurra en este Mundial es responsabilidad mía”, admite. Quiere mirar hacia delante pero no se olvida del pasado. “Esta selección tiene derechos de autor, una personalidad marcada por un seleccionador (Lopetegui) y unos jugadores que han estado dos años trabajando”.
Ese sello se va a mantener. “Me gusta que mis equipos jueguen bien, tengan personalidad con el balón y no pierdan su estilo. No le podemos pedir a los jugadores que recurran al patadón. Sería ir contra natura, contra sus características”. Hierro mantiene parte del equipo técnico de Lopetegui. Es el que se encarga de la estrategia. “La jugada de nuestro segundo gol ante Portugal (una falta) ya estaba preparada de antes. Yo no puse el laboratorio, ya estaba montado”, afirma.
En una competición tan corta sabe que el factor motivacional es clave y a eso se dedica. “Todos los entrenadores ponen su toque personal, no hay dos técnicos iguales en lo futbolístico pero a mí no me da tiempo a muchas cosas. Mi toque tiene que ser ganar. Mi obligación es convencer a los chicos de que cuando nos vayamos nos podamos mirar a la cara por haberlo intentado al máximo”, radiografía. Por eso les insiste en la singularidad del momento. “Este Mundial ya no volverá más y hasta dentro de cuatro ya no hay otro”, subraya.
Cocinero, y con mucho peso en los vestuarios, antes que fraile, Hierro asegura que el grupo lo ha recibido bien. “Es un colectivo sano, muy maduro y de élite que sabe gestionar las minicrisis y los cambios”, razona antes de aplaudir el
Sé que soy seleccionador por circunstancias, no soy seleccionador por mi currículum como entrenador” No encontraba horas para ver y ver más vídeos. Yo vine con traje y una corbata, y eso es diferente trabajo al que se hace con un chándal” Mi obligación es convencer a los chicos de que cuando nos vayamos nos podamos mirar a la cara por haberlo intentado al máximo”
comportamiento de los pesos pesados. “Sergio (Ramos), Piqué, Busquets, o Iniesta no tienen dobleces. Se les ve venir. Cada uno con su personalidad nos están ayudando, algunos hablan más, otros menos. Estoy encantado con los veteranos. Quieren que esto siga adelante”. Como a él le encantaría que Piqué reconsiderara su decisión de dejar
la roja tras el Mundial. “A veces hay jugadores que vienen con esa idea y luego cambian. Dependerá creo yo de hasta dónde lleguemos y cómo lleguemos”.
Ahora, una cosa es generar buen ambiente y otra los resultados. “Mis futbolistas me juzgarán en función de eso. Tú entras en un vestuario y si le lanzas un monólogo y se ríen y se lo pasan bien, eso es positivo. Pero me tocará tomar decisiones y eso también tendrá un impacto. Los jugadores a sus entrenadores en cinco minutos ya los tienen analizados, eso ya lo sé porque yo lo hacía”.
Entrando en el terreno de los nombres propios Hierro dibuja la situación de De Gea y reconoce que están trabajando con él a nivel mental. “Los futbolistas necesitan confianza no solamente en los buenos momentos, sino especialmente en los malos. La psicología, la personalidad de cada uno, juega su papel. Ochotorena (preparador de porteros) también le ayuda. Su reacción ha sido de naturalidad. Ha pasado por situaciones difíciles con anterioridad. Nadie le ha regalado nada”.
Como no cree que le regale nada a España el próximo rival: Irán. Hierro recita los números del conjunto asiático. “Irán ha encajado 5 goles en 19 partidos y ha metido 37, 16 a balón parado. Tenemos que aprender de nuestros errores ante Portugal y el objetivo es hacerlo para el siguiente partido”, dijo el malagueño. Sabe que encajando tantos goles no se puede ir a ningún sitio. Es interino pero el fútbol está lleno de héroes por accidente.