Urdangarin ingresa en Brieva, la cárcel en la que estuvo Roldán
El exduque elige un centro en el que estará aislado para adaptarse y luego pedirá el traslado
La cárcel de Brieva, situada a 10 kilómetros de Ávila, tiene desde ayer un nuevo interno. Se trata de Iñaki Urdangarin, que ingresó a las 8 horas y 13 minutos de la mañana en ese centro penitenciario, donde ocupará un módulo singular, porque sólo tiene cinco celdas, todas ellas vacías hasta su llegada. Esta prisión –en la que el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán permaneció durante diez años– es un centro de cumplimiento para mujeres. Pero recientemente el pequeño módulo para presos varones ha sido acondicionado, con obras para mejorar sus sistemas de calefacción y aire acondicionado. Toda una pista de que se esperaba la llegada de algún preso en condiciones más o menos especiales.
En el caso de Urdangarin, esas condiciones obedecen sobre todo a la conveniencia de atender a criterios de seguridad. Junto a ello, la prisión de Brieva ofrece como ventaja para su familia la proximidad relativa del aeropuerto de Barajas. Madrid –a 110 kilómetros de la mencionada localidad abulense– está muy bien enlazada por vía aérea con Ginebra, donde los exduques de Palma han residido durante los últimos años. La infanta Cristina, en suma, podrá visitar con regularidad a su esposo con relativa facilidad.
Urdangarin, que de momento permanecerá aislado, podrá acceder en circunstancias normales a sus primeros permisos penitenciarios dentro de 17 meses. En principio, lo previsible es que el exduque de Palma sea clasificado en segundo grado. Ello implica que para acceder a permisos de salida hay que haber cumplido al menos una cuarta parte de la pena que se está cumpliendo, que en este caso es de 5 años y 10 meses.
La clasificación de los reclusos depende de diversos factores, como el hecho de que haya sido condenado por primera vez –es decir, que carezca de antecedentes penales–, o que exista en su caso una probabilidad muy escasa de reiteración delictiva. En tales supuestos cabe la clasificación directa en tercer grado, que permite permisos incluso durante los dos primeros meses de cumplimiento. Pero el montante global de las penas impuestas a Urdangarin y los delitos de corrupción
Brieva es un centro para mujeres en el que el condenado será el único ocupante del módulo de hombres
por los que ha sido condenado permiten estimar que quedará en el aludido segundo grado.
El primer permiso de que disponga el exduque sería de fin de semana y con posterioridad otros de cuatro o cinco días hasta un máximo de 36 al año, y con la limitación de que no podrá salir de España. La clasificación inicial depende de la junta de tratamiento de la prisión, que recibirá informes del reconocimiento médico y las entrevistas que Urdangarin tendrá, o habrá tenido ya, con el psicólogo y el trabajador social del centro, siguiendo el protocolo de ingresos.
En la cárcel de Brieva hay actualmente 99 reclusas, que en su gran mayoría están cumpliendo condena. Sólo tres de las internas lo están como preventivas. Entre 1995 y 2005 estuvo en el módulo para presos de este centro Luis Roldán, tras la peripecia de su huida de España.
La celda que ocupará Urdangarin tiene entre 12 y 15 metros cuadrados. El exduque podrá salir también a un pequeño patio, de unos 25 metros cuadrados. La celda dispone de cama, mesa y ducha propia. Urdangarin también podrá proveerse de televisión. En el mismo pabellón para presos existe una sala de estar provista de televisión y otras duchas. Lo habitual es que cada recluso pueda recibir una visita al mes en régimen de vis a vis y que disponga de 50 minutos para llamadas telefónicas, también mensualmente.