Disminuyen las llegadas de refugiados pero crece la crisis política en la UE
La crisis política se agranda justo cuando la crisis de los números mengua. A Italia, que cierra sus puertos a los inmigrantes rescatados, se suma Austria que quiere cerrar fronteras y que presidirá la UE a partir del 1 de julio. Se vislumbra un eje Viena-Roma-Berlín, y en Alemania no son especulaciones sino desgarro profundo entre los dos partidos hermanos de la derecha, la CDU de Merkel y la CSU de Baviera. Un menú que va camino de indigestar la crucial cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del próximo 29 de junio.
Mientras, los cifras confirman un descenso en las llegadas de solicitantes de asilo a las fronteras de la UE. Los datos hechos públicos ayer por la Oficina Europea de Ayuda al Asilo (EASO) indican una caída del 44% de las solicitudes de protección internacional el año pasado respecto al 2016. En el 2017, se cursaron 728.470 peticiones. Se trata de una reducción por segundo año consecutivo, pero también es cierto que seguimos con niveles superiores a la etapa anterior a la crisis de refugiados del 2015. Los números ayudan a entender por qué Alemania e Italia son dos de los países donde la crisis política ha estallado con más fuerza. En el caso alemán provocando la división interna del Gobierno, en el italiano llevando al poder a un partido extremista como la Liga. Son los que más peticiones de asilo reciben. Alemania va a la cabeza con gran diferencia: 222.560 en el 2017, ciertamente un 70% menos que en el 2016, pero ella sola se queda con un tercio del total de solicitudes en la Unión Europea. En segundo lugar va Italia, que el año pasado recibió 128.850, seguida por Francia, con 99.330. El caso español va a contracorriente, porqué dobló el número de solicitudes respecto al 2016, hasta llegar a las 31.120. Un dato que se explica por el aumento de las demandas de los ciudadanos venezolanos. La mayoría de solicitantes de asilo en la Unión procedía de Siria (108.040), Irak (52.625) y Afganistán (49.280) .
El informe anual de la Oficina de Ayuda al Asilo coincide con un momento en que la inmigración ha provocado más que divisiones entre los 28. En juego puede estar la supervivencia del Convenio de Schengen, que permite la libre circulación interna en la UE. Iniciativas unilaterales, como las planteadas por el ministro del Interior alemán, podrían agrandar la grieta ya existente. Por ello la cumbre de finales de mes será decisiva. El episodio del Aquarius “ha colocado a España de vuelta a la mesa grande de las negociaciones” comenta una fuente del Consejo Europeo. Ofreciendo el puerto de València, Pedro Sánchez se ha convertido en interlocutor de primera en este debate , lo cual conlleva también sus riesgos, visto el nivel de tensión existente. El debate para reformar el derecho de asilo está atascado. Por un lado, los cuatro de Visegrado se oponen a cualquier cuota obligatoria
El episodio del ‘Aquarius’ “ha colocado a España de vuelta a la mesa grande de las negociaciones”
y en otro extremo, los países en primera línea no aceptan que se prolongue a 8 años el período de responsabilidad del país que recibe la petición. Temen que sobre ellos siga pesando la obligación de acoger a los desesperados migrantes.