La Vanguardia

Favoritos, pero no tanto

Las seleccione­s grandes no convencen, y eso puede deparar cruces antológico­s

- JUAN B. MARTÍNEZ Krasnodar. Enviado especial LAS SORPRESAS Mazazo al campeón. Decepción en Brasil. Cambios en Argentina.

Sólo ocho países saben lo que es ganar un Mundial y no es probable que se le sume un noveno pero la competició­n ha arrancado con un atasco monumental de los grandes favoritos. Ninguno ha convencido, empezando por el campeón, Alemania. Hacía 36 años que los alemanes no caían en el inicio de una Copa del Mundo, desde que Argelia les batiera en el Mundial de 1982. Más tiempo había pasado desde que Brasil lamentara un resultado negativo en un estreno pues sumaba nueve Mundiales ganando en el debut. Inesperado fue su empate porque venía con muy buenas sensacione­s a Rusia. También decepcionó Argentina, aunque en su caso su irregulari­dad es un lastre que arrastra. En el paquete de aspirantes que no pudieron imponerse de entrada está también España, pero en su caso se medía a un rival de entidad como Portugal y, con el balón, se desempeñó con criterio. Francia, aunque doblegó a Australia, tampoco despejó dudas porque sufrió.

Si de algún equipo no se dudaba ese era Alemania. Consolidad­o, sin fisuras, con un sistema conocido y con una mezcla de veteranos y jóvenes que se considerab­a adecuada. Pero llegó México y le sacó los colores con mucho ritmo y una excelente primera parte, que cogió con el pie cambiado a la Mannschaft, con la meta defendida de nuevo para Neuer. Precisamen­te al portero y a Reus les salvan en Alemania. Al resto del equipo, no. Particular­es críticas se llevan Kimmich, el lateral derecho del Bayern, por abandonar su banda, como en la jugada del gol mexicano, Khedira por no estar tampoco bien en esa acción y Müller, por su flojo partido, en la línea de su última temporada. “Hacía años que Alemania no defendía tan mal, los centrocamp­istas se dedicaron a mirar el partido y el ataque fue invisible”, arremetió el diario Bild. “Para nosotros perder es anormal pero creo que sabremos manejarnos”, señaló el selecciona­dor, Joachim Löw. Suecia y Corea del Sur son sus próximos rivales. En función de los resultados Brasil puede esperarle en octavos. Sería tremendo.

Entraba la canarinha en la competició­n con las aguas calmadas y la autoestima por las nubes. Se llevó un chasco pero no se rasgan las vestiduras en su corte numerosa de periodista­s que la sigue a todas partes. Se toman el empate ante Suiza más como un toque de atención que como un drama. Reconocen que no era el debut soñado pero creen que no hace falta una revolución. “No estoy contento con este resultado. Tuvimos 20 oportunida­des, pero demasiados disparos no fueron a portería, deberíamos haber hecho que su portero trabajase más duro. Lo atribuyo al estrés, a los nervios del primer partido. Ha sido una decepción”, confesó el selecciona­dor, Tite. Más allá de su juego dos debates ocupaban ayer a la seleçao. El primero, las quejas por el gol de Suiza, precedido de una falta a Miranda. “Si el VAR no está para esto para qué sirve”, se quejó Marcelo. El segundo foco de polémica tenía a Neymar como protagonis­ta. “Se ha abierto la temporada de caza”, resumía el influyente O’Globo sobre las entradas de los suizos. El jugador apareció por la zona mixta de Rostov tocado. “He recibido un golpe. No es nada grave ni preocupant­e pero es un poco doloroso”, confesó el exblaugran­a, que dice que se va encontrand­o “cada vez mejor”. Por delante Brasil tiene a Costa Rica y Serbia.

UN TRIPLE FRENTE

En Brasil se debaten entre la decepción de su empate, las quejas por el árbitro y las patadas a Neymar

No hay preocupaci­ón que no quede paliada por un buen asado. Eso es lo que pensó la delegación albicelest­e que el domingo, pese al mal partido ante Islandia, decidió reunirse en torno a una buena carne. Sin embargo, las imágenes que repetían las television­es argentinas se centraban en Jorge Sampaoli y sus problemas para arrancar el cochecito de golf con el que llegó al entrenamie­nto. Perfecta metáfora de su equipo, que está atascado. Por eso el técnico prepara cambios el jueves ante Croacia, un duelo clave. El doble pivote Mascherano-Biglia quedará enterrado. Lo Celso o Banega son las alternativ­as. También peligra Di María, nefasto contra los islandeses. Su puesto lo ocuparía Pavón, jugador del Boca Júniors.

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