Rechazo impositivo
MicroBank, la entidad de objetivo social del grupo, cumple diez años de existencia
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, asegura que “no ve positiva” la idea de crear un nuevo impuesto para la banca con el que sostener el sistema de pensiones, tal como propone el nuevo presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, aseguró ayer que “no ve positiva” la idea de crear un nuevo impuesto para la banca con el que sostener el sistema de pensiones, tal y como propone el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Durante la rueda de prensa celebrada con motivo del décimo aniversario de MicroBank, Gortázar advirtió que “discriminar a ciertos sectores de la economía no tiene sentido”.
En cuanto a tributos, como ya apuntó José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, un día antes en el Congreso, “al sector financiero se le aplica en el impuesto de sociedades una tasa superior a otros sectores empresariales”. Y añadió que también “paga un impuesto sobre depósitos” específico de este sector.
A juicio del primer ejecutivo de CaixaBank, la creación de un nuevo tributo afectará “a la cuenta de resultados” de las entidades. En el caso de CaixaBank, repercutirá también en la obra social y en los 800.000 accionistas minoritarios con los que cuenta la entidad financiera.
Gortázar quiso precisar que rechaza la propuesta del PSOE tanto para MicroBank como para la propia CaixaBank.
El número dos de la entidad financiera explicó que MicroBank ha concedido 4.083 millones de euros para financiar a 744.374 emprendedores y familias en los diez años de su existencia. De ese importe, el banco ha concedido 135.547 microcréditos a emprendedores y negocios por valor de 1.469 millones y 608.827 microcréditos a personas y familias, con dificultades a la financiación bancaria tradicional, por valor de 2.614 millones para atender dificultades temporales.
Antoni Vila, presidente de esta entidad financiera de vocación social, puso sobre la mesa que la media por operación son “unos 25.000 euros”. “Las microempresas con las que trabajamos –apuntó– tienen que facturar menos de dos millones y contar con menos de 10 empleados”. Mientras que las familias tienen que contar con unos ingresos máximos de 17.200 euros, cifra que coincide con el umbral de pobreza.
El directivo puso como ejemplo que alguna de las empresas nacidas de estos microcréditos exporta ahora a cinco países. “Es el caso de Northweek, firma creada por dos jóvenes que venden gafas de colores”. Vila resaltó que MicroBank concede créditos a proyectos que la banca tradicional rechaza. Entre las nuevas demandas, expuso que llegan ideas relacionadas con nuevas tecnologías. En total, las microempresas financiadas por MicroBank han creado en los últimos diez años 181.000 puestos de trabajo.