Un rival desagradable
Los jugadores de ‘la roja’ cargan contra la “deslealtad” y las pérdidas de tiempo de Irán
Hay teatro del bueno, que diría Mourinho. Y teatro iraní. Los jugadores de la roja cargaron durante y después del partido contra el delirante cerrojazo y las interrupciones del juego de Irán. Durante, en las repetidas quejas al árbitro, ante quienes afearon la conducta de los rivales, que hasta el gol de Diego Costa jugaron con un 1-10 (el portero y diez defensas). Y después del partido, ante la prensa. Las pérdidas de tiempo de los rivales duraron hasta el minuto 55, cuando se pusieron las pilas para tratar de mitigar el 0-1.
Diego Costa, elegido el mejor del partido, y que con el de ayer ya ha marcado tres goles, reconoció que hubo que tener “mucha paciencia y tranquilidad. Contra Portugal hicimos un partidazo; hoy nos tocó un equipo que jugaba muy atrás, que tardaba mucho en volver al juego, con muchas pérdidas de tiempo y que hizo cosas que no se deben hacer”. El goleador admitió que, aunque el portero iraní trató de simular que le dio un pisotón, estuvo muy tranquilo: “Con tantas cámaras no se puede hacer el tonto”.
Todos los jugadores de la selección insistieron en que se consiguieron tres puntos importantísimos y criticaron el planteamiento de los iraníes. Uno de los más duros fue Dani Carvajal, que llegó a hablar de “deslealtad”. El madridista lamentó que el árbitro no cortase “las constantes pérdidas de tiempo. Ellos se tiraban al suelo sin ton ni son y estas actitudes no se deberían permitir”.
La actitud de los rivales, sin embargo, no sorprendió a los hombres de Fernando Hierro. El entrenador, que trató de limar asperezas y defendió el trabajo realizado por Carlos Queiroz con los iraníes, dijo que los suyos ya sabían que sería un “encuentro muy difícil, ante un rival muy duro y bien preparado”. El seleccionador sólo se molestó un poco cuando le preguntaron si algunos jugadores, en referencia a Iniesta, no estaban en forma, y recalcó el que ya es su mantra: “Somos un equipo y aquí ganamos y perdemos todos, admitiendo que habrá días buenos y malos. Antes el conato de polémica fue con De Gea y ahora con otros, pero a nosotros no nos afecta: los 23 jugadores del equipo se dejan la vida en los entrenamientos”. El Mundial, agregó Fernando Hierro, “es difícil para todo el mundo, nadie regala la victoria”. Eso sí, tuvo que admitir que “con tantas faltas e interrupciones del juego es muy difícil coger el ritmo”. Más explícito fue uno de sus ayudantes, Carlos Marchena, que hace de enlace entre los jugadores y el cuerpo técnico, cuando denunció que “jugar ante un equipo sin propuesta de ataque es muy difícil”. Quien no tuvo savoir faire fue el entrenador de Irán y anterior seleccionador portugués, Carlos Queiroz. El técnico respondió a los elogios que le lanzó su homólogo de España (“Irán es un gran equipo con un gran entrenador”) mirando por el retrovisor y lamentando que “el VAR no llegase a Sudáfrica hace ocho años, cuando España ganó a Portugal con un gol de Villa en fuera de juego”.