Sánchez pone a prueba sus alianzas para renovar RTVE
El Gobierno aprueba por decreto ley cambiar la corporación pública
“Era urgente y con urgencia hemos actuado”, se felicitó ayer Pedro Sánchez después de que el Consejo de Ministros aprobara su primer real decreto ley para forzar la renovación exprés del presidente y el consejo de administración de RTVE. “Dijimos que no miraríamos hacia otro lado”, insistió el presidente del Gobierno, para imponer una RTVE “pública, plural y de calidad”, después de que la mayoría de la oposición lleve años denunciando “la manipulación” en favor del PP de la gestión de José Antonio Sánchez al frente de la corporación pública.
La solución es provisional para cubrir el “vacío de poder”, ya que ayer mismo expiró el mandato de José Antonio Sánchez, aunque en realidad el Gobierno busca que sea definitiva. El Congreso y el Senado dispondrán ahora de quince días para elegir a los diez miembros del nuevo consejo de administración transitorio de RTVE, entre los que estará su futuro presidente. Pero en la Moncloa ya advierten que Pedro Sánchez quiere para el cargo de presidente de la corporación pública a un profesional con “un perfil inapelable e inobjetable”, con una “experiencia contrastada” en el mundo audiovisual y en la propia RTVE. De manera que, tras el periodo transitorio y ya cuando se elija por concurso público, su continuidad sea indiscutible. Fuentes parlamentarias dan por hecho que el presidente del Gobierno ya tendría elegido quién tomará las riendas.
La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, justificó que “España merece tener unos medios públicos de comunicación que no estén al servicio de ninguna ideología, sino del interés general”. También de “la pluralidad, la imparcialidad y la verdad”. Sin “control ideológico y político”. En el decreto, además, se han introducido cláusulas para evitar posibles vetos del PP y Ciudadanos, en el Congreso o el Senado, para la renovación de RTVE. Y Celaá admitió que el Gobierno ya cuenta con los
El Ejecutivo, que confía en la mayoría que tumbó a Rajoy para convalidar la decisión, quiere un presidente “inapelable”
apoyos necesarios para convalidarlo. Sería la primera vez, según lo previsto, en que la misma mayoría parlamentaria que apoyó la moción de censura contra Mariano Rajoy respaldara una iniciativa de Pedro Sánchez ya como presidente.
Tanto el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, como el líder de Cs, Albert Rivera, reaccionaron indignados. El PP, así, recurrirá el “decretazo” y advirtió que Sánchez puede incurrir en prevaricación, mientras que Rivera le acusó de “cargarse” todo consenso.
Pero los grupos de oposición imprescindibles para la aprobación del decreto parecen conducirse por el principio del mal menor. Las negociaciones de Podemos con el PSOE se han centrado en ajustarse al acuerdo para el concurso público al que habían llegado todos los grupos excepto el PP. Acuerdo que lue-
go se echó a perder, primero por el boicot del PP y luego por el transfuguismo de Cs, que abandonó su pacto con PSOE y Podemos. Los morados están dispuestos a votar favorablemente, siempre que la solución sea transitoria y se convoque en un plazo razonable el concurso en los términos acordados en el Congreso. Podemos lo apoyará en la medida en que “ponga fin a las vergonzosas situaciones de manipulación, falta de independencia, externalización, privatizaciones y saqueo del servicio público”, señalan fuentes del grupo parlamentario. En el fondo, su apoyo se justifica en la necesidad de “revertir la cacicada que hicieron PP y Cs esta semana”, subrayan.
La reedición de la mayoría que desalojó a Rajoy se antoja más que posible debido a la deriva que RTVE vivió los últimos años. El PNV, que manifestó una prudente posición favorable antes del Consejo de Ministro, confirmó a La Vanguardia su decisión de apoyar a Sánchez pocas horas después de conocerse el decreto. Similar es la posición del PDECat, si bien se reserva la decisión final sobre el sentido de su voto hasta conocer la literalidad de la propuesta. Aunque creen que cualquier medida tendente a corregir el tratamiento “anticatalanista y sesgado” de RTVE puede contribuir a un nuevo clima de diálogo y distensión y a rebajar el encono político, facilitando una solución al conflicto catalán.
Joan Baldoví (Compromís), que esta semana hizo público su enojo con Sánchez por postergar el nuevo modelo de financiación autonómica, manifestó su predisposición favorable al decreto gubernamental en la medida en que coadyuve a desbloquear el actual “cepo” que existe sobre RTVE. Baldoví confirma que la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, habló con su grupo, y que él le expresó su actitud favorable, previo conocimiento al detalle del decreto.
En ERC, y a pesar de que el PSOE les ofreció un puesto en el consejo de RTVE, Joan Tardà esperará a escuchar la respuesta del Gobierno a la cuestión parlamentaria planteada para la próxima semana: si Sánchez está dispuesto a que el diálogo con la Generalitat se establezca en términos bilaterales y sin condiciones previas sobre sus conclusiones.
En resumidas cuentas, y con diversas cautelas y condicionantes, para todos los grupos que apoyaron el impeachment de Rajoy y convirtieron a Sánchez en presidente, cualquier alternativa al equipo saliente y a la deriva de RTVE en los últimos seis años es, en el peor de los casos, un mal menor.