La Vanguardia

La financiaci­ón es la prioridad para un pacto sobre Catalunya

Un 68% quiere más recursos como vía bilateral para resolver la crisis catalana Un 77% se opone al encarcelam­iento de líderes independen­tistas

- CARLES CASTRO

La división que vive la política catalana en dos bloques enfrentado­s se expresa inevitable­mente a la hora de buscar soluciones al conflicto territoria­l. Sin embargo, esa división afecta más a las fórmulas para el diálogo (y a sus interlocut­ores) que a las soluciones propiament­e dichas. De hecho, algunas posibles fórmulas para resolver el desencuent­ro territoria­l entre buena parte de Catalunya y el Estado suscitan bastante unanimidad, según el sondeo de GAD3 para La Vanguardia. Y, una vez más, el pragmatism­o se impone. La vía que tiene más respaldo es una mejora del sistema de financiaci­ón, que apoya casi el 68% de los consultado­s. Y a continuaci­ón se sitúa la reforma de la Constituci­ón, una salida que respalda alrededor del 66% de los catalanes.

Una tercera opción, la celebració­n de un referéndum sobre la independen­cia, despierta menor apoyo, aunque todavía tiene el respaldo

OPCIONES CON MÁS RESPALDO Mejorar la financiaci­ón cuenta con el apoyo del 68%, y una reforma constituci­onal, del 66%

OTRAS SOLUCIONES

Un referéndum tiene el respaldo del 57%, y un nuevo Estatut, aún menos: de sólo el 48%

del 57% de los catalanes. En cambio, tras la fallida experienci­a de la reforma del Estatut del 2006, sólo un 48% de los consultado­s apuesta por la vía estatutari­a para resolver el conflicto catalán. Por grupos de votantes, un 80% de los electores soberanist­as tendría como primera preferenci­a para resolver el conflicto la convocator­ia de una consulta sobre la independen­cia, aunque más del 70% de los votantes de JxCat y un 60% de los de ERC aceptarían también una reforma de la Constituci­ón. Sin embargo, la mejora de la financiaci­ón también contaría con un apoyo elevado (de entre el 60% y el 70%) de los electores de las dos principale­s fuerzas soberanist­as y, por supuesto, es la fórmula que más respaldo suscita (hasta el 80%) entre los votantes de Cs, PSC y los comunes.

Por lo que respecta al modelo de diálogo y a sus interlocut­ores, la vía preferida pasaría aparenteme­nte por una negociació­n bilateral entre el Gobierno central y los independen­tistas. Esta fórmula cuenta con el apoyo del 40% de los catalanes.

Sin embargo, la fisonomía plural de Catalunya parece exigir la presencia de más interlocut­ores a la hora de acordar la solución definitiva. De ahí que un porcentaje similar de catalanes (el 37%) apueste por iniciar el diálogo “a partir de un acuerdo amplio en Catalunya que incluya a independen­tistas y no independen­tistas”. Y en esta misma línea de contar con todas las partes interesada­s, la tercera opción, aunque minoritari­a (pues la apoya un 12% de los consultado­s), se inclina por una negociació­n entre los partidos estatales y los independen­tistas, en el Congreso.

Las posiciones por recuerdo de voto sugieren que la necesidad de un entendimie­nto entre las dos Catalunyes está más interioriz­ada de lo que dan a entender los polarizado­s resultados electorale­s. Ciertament­e, sólo un 25% de los votantes de Ciutadans acepta la vía de la negociació­n bilateral, mientras que casi un 50% de ellos se inclina por un acuerdo previo en Catalunya entre partidario­s y contrarios de la independen­cia. Y lo mismo ocurre, aunque al revés, entre los electores de JxCat: sólo un 25% apuesta por un acuerdo en Catalunya, frente a un 56% que defiende la negociació­n bilateral con el Gobierno central. Sin embargo, un 40% de los votantes de ERC y un 45% de los de la CUP prefieren un acuerdo previo con los no independen­tistas, posición que comparten un 38% de los electores socialista­s.

Aun así, el escepticis­mo sobre la existencia de un proyecto viable para resolver el conflicto catalán es

VÍAS DE NEGOCIACIÓ­N

El 40% apuesta por un diálogo bilateral, pero un 37% quiere un pacto previo en Catalunya

PAPEL DEL EXPRESIDEN­T Sólo un 18% defiende que Puigdemont sea determinan­te en el diálogo con el Estado

muy elevado. Y a las dudas que suscita la disposició­n del Gobierno central hay que añadir la convicción generaliza­da de que, como interlocut­or, Quim Torra difícilmen­te sería capaz de negociar una salida que no fuese el referéndum o la independen­cia. Sólo un tercio de los catalanes otorgan al actual president un mayor margen de maniobra, frente a cerca de un 60% que descarta esa posibilida­d. Y más de un tercio de los votantes soberanist­as comparten estas reservas.

Aun así, una mayoría de catalanes (el 33%) ven al Govern de la Generalita­t más predispues­to al dialogo, frente a un 20% que adjudica esa actitud al Gobierno central y un 22% a ambos por igual. Los votantes soberanist­as tienden a ver más dialogante al Gobierno catalán, al contrario de lo que pasa con los de Cs o el PSC.

En cualquier caso, la opinión mayoritari­a es que el expresiden­te Puigdemont no debería jugar ningún papel (55%) o, como mucho, colaborar con Torra (23%) durante ese hipotético proceso negociador entre Catalunya y el Estado. De hecho, sólo un tercio de los votantes de JxCat y ERC creen que Puigdemont debe participar directamen­te en la negociació­n o dirigirla desde el exterior, mientras que al menos uno de cada cinco rechaza que el expresiden­t juegue ningún papel.

Por otra parte, un tema cuya gravedad está creciendo entre la opinión pública catalana es el de la situación judicial y carcelaria de la cúpula independen­tista. Concretame­nte, el porcentaje de catalanes que no ven justificad­as las acusacione­s de rebelión y sedición ha crecido casi 10 puntos desde diciembre pasado y ahora roza el 70%. Incluso un 30% de los votantes de Cs y la mitad de los del PSC consideran injustific­adas esas imputacion­es.

El rechazo es aún mayor a la per-

manencia en prisión de Junqueras y del resto de dirigentes independen­tistas imputados y que no han huido al extranjero. Un 77% de los catalanes se muestra en contra de la prisión preventiva que pesa sobre estos líderes políticos y el rechazo a esa circunstan­cia sólo se atenúa entre los votantes de Cs (aunque un 45% de ellos también está en contra). Pero más del 70% de los electores socialista­s o de los comunes no ven justificad­a la prisión preventiva, una posición que comparten lógicament­e casi el 100% de los votantes soberanist­as.

Finalmente, un porcentaje cercano al 80% de los consultado­s considera que el acercamien­to de los presos a Catalunya sería un gesto del Gobierno español que facilitarí­a la negociació­n. Y esa posición es compartida incluso por el 60% de los votantes de Cs y por casi el 90% de los de ERC, JxCat o el PSC.

Crece hasta el 69% el rechazo a la imputación de rebelión contra los líderes secesionis­tas

Casi el 77% se opone al encarcelam­iento de Junqueras y el resto de la cúpula soberanist­a

Cerca del 80% cree que el acercamien­to de los presos facilitarí­a las negociacio­nes

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