Europa evita las fisuras en busca de una solución a la crisis migratoria
Merkel intentará acuerdos bilaterales para frenar el traspaso de refugiados en el espacio común
Pedro Sánchez ocupó ayer un puesto privilegiado durante su primera cita en Bruselas, ya que el protocolo lo situó junto a la canciller Angela Merkel
Fueron 16 países los que participaron en esta cumbre heterodoxa, tan informal que no estaba ni convocada por la autoridad competente, a saber, el presidente del Consejo Europeo, sino por el de la Comisión. Reunión tan polémica que suscitó el boicot de países como los cuatro de Visegrado, y un amago de ausencia de Italia, solucionada con una llamada en el último minuto de la canciller Angela Merkel. Y minicumbre tan informal que se cerró sin aprobar documento alguno. Pero se evitó el enfrentamiento abierto que muchos presagiaban, incluso se acercaron posiciones entre los extremos que representan Alemania, preocupada por los movimientos internos de migrantes, e Italia, focalizada en las llegadas.
Al final, todos realizaron un esfuerzo para ofrecer una versión en positivo. Mucha buena voluntad y posiciones comunes, dijo la canciller Angela Merkel. “Hemos dado al debate la dirección que queríamos”, escribió el primer ministro italiano, Giuseppe Conte en su cuenta de Twitter. Fuentes presentes en la sala comentaron que la reunión fue útil y que no hubo fricciones. También el presidente español, Pedro Sánchez, la valoró en positivo: “Más puntos de unión que discrepancias”, “positiva y esperanzadora”.
Para la cumbre del jueves, la decisiva, uno de los puntos que está ganando apoyos son las denominadas “plataformas”, centros de migrantes donde clasificar y seleccionar a los demandantes de asilo. Fuentes europeas manifestaron que “la opción de las plataformas está aquí para quedarse”. Centros que, insisten, no se convertirán en agujeros negros, en Guantánamos, y que se organizarían en coordinación con ACNUR y la Oficina Internacional para la Migración. La dificultad llega a la hora de concretar dónde instalar estos centros. Está la propuesta franco-española de centros cerrados en territorio europeo, y también la que defiende el presidente del consejo europeo, Donald Tusk, de situarlos en terceros países, fuera de la UE. Aquí, a la hora de concretar, las opciones son diversas, y los apoyos también.
Mientras, el reloj corre para todos, y especialmente para Merkel, que es en realidad quien, por vía interpuesta, convocó la minicumbre. Necesita soluciones que ofrecer a sus socios de la CSU de Baviera respecto los denominados movimientos secundarios. Se refieren al traslado de solicitantes de asilo del país donde llegan a otro estado de la UE. Muchos eligen
Merkel intentará acuerdos bilaterales para frenar los movimientos dentro del espacio común
Alemania, y en este terreno no se avanzó. Por ello, Merkel planteó que explorará a nivel bilateral, con acuerdos entre grupos de países, lo que parece inviable a nivel del conjunto de la UE. Una idea que contó con el apoyo explícito de Macron. Por parte de la Comisión Europea, se pueden aceptar estos acuerdos bilaterales si se encuadran en el marco europeo común.
Por su parte, Italia apareció con una propuesta en 10 puntos para focalizar la discusión en evitar las llegadas de migrantes. Un plan filtrado a la prensa antes de empezar la reunión, y que provocó alguna suspicacia entre los jefes de Gobierno reunidos, pero sin que se fuera a más. Nadie expresó queja alguna respecto a la actitud de Conte en la reunión. Una cumbre que supuso el debut europeo del presidente español, Pedro Sánchez, que se estrenó con discurso muy favorable a “soluciones europeas”, y a quien el protocolo le colocó en posición privilegiada. Al lado de la canciller Merkel, a quien, por cierto, el martes visitará en Berlín.