Chrysoula Archontaki
Chrysoula Archontaki, abogada de refugiados en Lesbos
ABOGADA GRIEGA DE REFUGIADOS
La cooperante Archontaki da ayuda legal a los migrantes que se acumulan en el centro de internamiento de la isla griega de Lesbos y denuncia públicamente las trabas que la UE pone a los refugiados para hacer valer su condición.
Las llegadas de sirios, iraquíes, afganos o incluso congoleños van en aumento en las islas griegas: 12.587 en lo que va de año frente a 6.387 en el mismo periodo en el 2017. Los centros de internamiento, como el de Moria, en Lesbos, en condiciones insalubres, están saturados. Chrysoula Archontaki trabaja desde el 2016 en Abogados Europeos en Lesbos, una organización de voluntarios que, con ayuda de Oxfam, ha atendido en un año a más de 5.000 peticionarios de asilo.
¿Por qué están ustedes ahí? El procedimiento en Grecia es muy complicado, incluso para los abogados. Hay mucha falta de información. Hay personas que llevan un año e incluso más esperando. Según la legislación europea la asistencia letrada no es obligatoria en primera instancia. Pero el contacto directo con las autoridades es en esa primera instancia. Por eso consideramos vital la presencia del abogado.
¿No debería ser EASO (la Oficina Europea de Apoyo al Asilo) la que se ocupara del proceso? EASO participa pero está haciendo el sistema un poco más complejo porque no hay sólo un servicio sino dos haciendo las entrevistas. EASO no toma la decisión, hace un informe y la decisión es del servicio de asilo griego. Puede ser problemático: si no ves a la persona, la evalúas sólo a partir de un escrito.
Hay devoluciones a Turquía y no se sabe bien qué ocurre con esas personas. No tenemos contacto con esos solicitantes, pero según la legislación griega e internacional, es ilegal devolver a una persona sin examinar si el país al que lo envías es seguro.
¿Es correcto el acuerdo de la Unión Europea con Turquía del 2016?
La naturaleza jurídica del acuerdo es un poco dudosa. Es un problema basar decisiones como la devolución de personas en una declaración que puede cambiar en cualquier momento. Hay que estar muy seguros de qué va a pasar con cada persona después de su devolución al país que sea. No es el acuerdo solamente con Turquía, son los acuerdos con varios países vecinos. Los sirios, tal como está el procedimiento en Lesbos, son los únicos que pasan por una entrevista en la que se les pregunta sólo sobre Turquía, no sobre lo que pasa en Siria. Tienen que demostrar que Turquía no es un país seguro. Los porcentajes de reconocimiento de admisibilidad son muy bajos. Parece una tendencia política. Son procedimientos muy complicados, dependen de muchos factores y cambian todo el rato.
¿Qué habría que cambiar del reglamento de Dublín sobre asilo?
Hay que cambiar el reglamento pero también la perspectiva de la UE, porque no se trata de un problema de Grecia, Italia o España, es un problema europeo. La solución sólo puede ser europea, que se base en la solidaridad, en el respeto a los derechos humanos. El asilo es un derecho, no un favor. Es algo que hemos conseguido tras varias luchas. Hay que ejercer ese derecho.