Schubert al sol
Los festivales de música clásica son un buen baremo de la salud del género en Catalunya
Los numerosos festivales de música clásica son un buen baremo de la salud del género en Catalunya.
Será que en este país hemos descuidado la clásica y cuando el sector florece nos sorprende, pero gozar de la música culta se está convirtiendo en un must para públicos no necesariamente cultivados. Incluso en repertorios desconocidos. Un indicio es que Simon Rattle revolucionara el Palau con una sinfonía del siglo XX –¡de Lutoslawski!– en su despedida de la Filarmónica de Berlín, en BCN Clàssics. Otro: el futuro que ven las discográficas en el target joven. No me gusta la clásica pero el adagio sí me va título de Sony de una recopilación de adagios populares. Los festivales de verano pueden confirmar esta tendencia.
Póquer de estrellas de la ópera, porque tú lo vales
Del 5 de julio al 17 de agosto
No es necesario recordar la rutilante programación –sobre todo de ópera– que han preparado Oriol Aguilà y su equipo para las noches en el Castell de Peralada (ver La Vanguardia del 15/III). La edición rinde homenaje a Carmen Mateu, fundadora y alma mater del festival, en cuya memoria se abre con el Réquiem de Verdi y se invita a los tenores más espectaculares en un mismo fin de semana. Y es que al director artístico aún le silban los oídos desde que anunció que Javier Camarena actuaría en la intimidad de la Iglesia del Carmen –¡Oh, my God!– el viernes 27 de julio, al que le seguirán un sábado con Jonas Kaufmann, arropado por la Orquesta del Teatro Real, y un domingo con Plácido, en concierto junto a la soprano Ermonela Jaho antes de partir a Bayreuth para debutar como director musical (el primero de España).
La música que la guerra amenazó y los artistas que la siguen salvando
Del 13 al 24 de julio
El 38º Festival Pau Casals programa en El Vendrell ocho conciertos relacionados con la 1ª Guerra Mundial en el centenario de su armisticio, cuando desde Francia, Inglaterra y EE.UU. surgió una corriente que abogaba por desterrar las obras de los compositores germánicos –incluido Beethoven–, cosa que indignó a Casals. Actuarán de entrada los franceses Bruno Philippe (cello), Jerome Ducros (piano), Bertrand Lade (clarinete) y la soprano Nazan Fikret, defendiendo el programa Beethoven y la gran escuela romántica alemana. La Orquestra Simfònica Camera Musicae participará en dos conciertos, ambos con solistas al cello. Uno será el inglés Steven Isserlis, que a su vez formará tándem con la pianista Connie Shih para El violoncelo en tiempos de guerra, con obras de Bach, Schumann o Debussy. El otro, Pablo Ferrández, reciente ganador del Princesa de Girona, clausurará el certamen. Además volverá la violinista Amandine Beyer, junto a su grupo Gli Incogniti, con piezas de Couperin o Marais. El organista Gerhard Weinberger abordará Bach en la iglesia parroquial de El Vendrell, mientras que el pianista Javier Perianes abordará la amistad de Debussy y Falla. Y ojo a la propuesta de música y danza de la agrupación Ensemble Murtra con música de Stravinski.