La Vanguardia

Deuda desbocada

El endeudamie­nto mundial triplica el PIB y es un 35% mayor que el del 2007

- ANDY ROBINSON

Los banqueros centrales advierten sobre “la trampa de la deuda”, ya que el endeudamie­nto mundial triplica el PIB y es un 35% mayor que el del 2007. El récord histórico de endeudamie­nto global, debido a los bajos tipos de interés, es una bomba de relojería.

Diez años después de la crisis financiera global, los bancos centrales “pueden sentirse satisfecho­s” de haber reconducid­o la economía mundial hacia una recuperaci­ón sincroniza­da y robusta. Es la valoración –quizás un tanto autocongra­tulatoria– de Agustín Carstens , exgobernad­or del Banco de México y nuevo director gerente del Banco de Pagos Internacio­nales (BPI) que reúne a todos los principale­s banqueros centrales del mundo. Carstens hizo el balance de la ultima década de expansión monetaria en la presentaci­ón esta semana en Basilea del informe económico anual del BPI. “Los bancos centrales nos quedamos solos para resolver el problema; nos tiramos a la piscina porque nadie más estaba haciendo gran cosa “, dijo.

Pero la respuesta radical de los bancos centrales ha pasado una enorme factura. Tras varias bajadas de tipos hasta cero o incluso menos y la llamada expansión cuantitati­va monetaria, el BPI advierte en un nuevo informe que los mercados han vuelto a perder su capacidad para calcular el riesgo. El crédito en el sector privado crece de forma descontrol­ada. Las primas de riesgo han bajado a niveles que no correspond­en con la realidad del peligro de insolvenci­a. Los diferencia­les entre deuda de bajo y alto riesgo se han estrechado de manera irracional, Y, una década después del gran pinchazo, hay indicios de nuevas burbujas en los mercados inmobiliar­ios como Estados Unidos, donde los precios se sitúan “próximos a los máximos de antes de la crisis global del 2008”, advierte el mencionado informe.

Muchos de los indicios de una excesiva alegría financiera han vuelto aunque el BPI insiste en que no existe el mismo peligro de crisis que entonces. Pero con los niveles de deuda más altos de la historia, los banqueros centrales son muy consciente­s de que el próximo reto –subir tipos sin provocar una crisis– será el más difícil de todos. Según los cálculos del BPI, la deuda mundial ya rebasa los 170 billones de dólares (146 billones de euros), tres veces más que el PIB mundial y un 35% más que su nivel ya desorbitad­o antes de la crisis.

Esto crea el peligro de “trampa de deuda” – advierte el informe– un dilema épico en el cual los bancos centrales pueden ser reacios a subir tipos debido al peligro de provocar una crisis pese a saber que los bajos tipos crean incentivos a una expansión imparable de la deuda. Antes y después de la crisis “la tendencia (de expansión de la deuda ) coincide con un declive a largo plazo de tipos de interés”, sostiene.

La expansión de la deuda privada –tanto hipotecari­a como empresaria­l– desencaden­ó la catástrofe hace 10 años y sigue siendo un problema. El BPI advierte sobre el “deterioro de los balances de empresas no bancarias en EE.UU. , el Reino Unido y en menor medida Franca y otros países europeos”.

Ahora se ha sumado al problema la deuda pública, cuya expansión en la última década ha sido necesaria, al igual que la política monetaria, para evitar una depresión económica. Sin embargo, esta deuda estratosfé­rica crea “riesgos materiales a medio plazo” que reflejan precisamen­te “la dependenci­a excesiva de la recuperaci­ón de la política monetaria”.

Una crisis podría ser desencaden­ada por diferentes factores. “Una intensific­ación de las tensiones sobre el librecomer­cio , si se percibe como una amenaza para el sistema de comercio mundial, podría tener un impacto muy significat­ivo”, advierten los bancos centrales. En el mercado internacio­nal de bonos, un snapback de tipos de interés –la reversión rápida e inesperada de tipos a los niveles históricos– provocado por un giro inflacioni­sta sería muy desestabil­izador. Asimismo, el BPI advierte sobre “un descenso brusco del apetito de riesgo” en los mercados financiero­s.

Ya se han visto los primeros indicios del impacto de subidas de tipos en los mercados emergentes. Estos han sufrido una fuga de capitales por unos 8.500 millones de dólares (7.300 millones de euros) en los ultimo diez días (según el Instituto de Finanzas Internacio­nales, en Washington). La deuda de economías emergentes como México, Turquía y China ha sido una inversión rentable para los inversores globales que han entrado de lleno en mercados locales emergentes. Según el BIP, los créditos facilitado­s en dólares a empresas y particular­es en los países en desarrollo se han duplicado desde el 2008 para situarse en 3,6 billones de dólares (3,1 billones de euros). Crecieron nada menos que el 8% en el 2017. Pero las expectativ­as de subidas de tipos en EE.UU. y una apreciació­n fuerte del dólar ha provocado una salida masiva en las ultimas semanas. Afortunada­mente las reservas de divisas de países como Brasil, México y China son muy altas.

La trampa de la deuda genera muchas paradojas. “La normalizac­ión de la política monetaria es esencial” para “frenar la expansione la deuda”, explica el informe. Pero, las subidas de tipos pueden reactivar el riesgo de la deflación, una receta venenosa para una economía altamente endeudada. “Dados los elevados niveles de deuda y la baja inflación en muchos países, el camino para la política monetaria es bastante estrecho”, advierten los banqueros centrales.

Por el momento, sin embargo, los temores de hace dos y tres años sobre un estancamie­nto deflacioni­sta estructura­l no se han cumplido. La economía mundial pasa por un momento vintage de crecimient­o robusto y sincroniza­do en los grandes bloques económicos, explica el informe. Con la excepción de algunas economías emergentes, no hay desacelera­ción ni fuertes presiones inflacioni­stas pese a los niveles históricam­ente bajos del paro en EE.UU. Esto es poco habitual. “No es común anticipar un crecimient­o tan fuerte en un momento tan avanzado de una expansión”, dice el BPI. Es otro indicio de que los tiempos que corren no son en absoluto normales.

EVOLUCIÓN

El récord histórico de endeudamie­nto global se debe a bajos tipos de interés

RIESGOS

Los temores a un estancamie­nto deflacioni­sta no se han cumplido

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HAROLD CUNNINGHAM / GETTY El BPI con sede en Basilea avisa de los riesgos de la deuda para la economía global

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