PAISAJES DE ENSUEÑO CARGADOS DE HISTORIA
La región de Dordoña-Périgord, al suroeste de Francia y a pocas horas de la frontera, nos invita a conocer su historia y su gastronomía en postales de cuento, con castillos incluidos, y donde los más pequeños de la familia son los reyes.
El valle del Dordoña es un lugar privilegiado que, desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha llamado “hogar”. Una historia apasionante que se puede descubrir mientras se disfruta al mismo tiempo de una rica gastronomía, una naturaleza exuberante y de actividades para toda la familia.
Cinco grandes ríos, valles de un verde cegador, formaciones rocosas y cuevas donde encontrar refugio. Los bellos paisajes de Périgord nos dan una idea de porqué hace más de 17.000 años, los humanos escogieron esta zona para asentarse y, de paso, desarrollar las primeras herramientas y unas primitivas obras de arte. En el valle del Vézère, esa impronta se traduce en 15 yacimientos de gran valor para el conocimiento del hombre prehistórico y clasificados como Patrimonio mundial por la UNESCO. Entre ellos, destacan las cuevas decoradas con arte rupestre de Lascaux, en Montignac. Miles de años después, siguen transmitiendo belleza y asombro ante las maravillas de la naturaleza. Ese pedazo de historia (y la naturaleza conservada y preciosa) está a pocas horas de coche de la frontera y lo tiene todo para convertirse en un destino vacacional perfecto para toda la familia. Es Dordoña-Périgord, una región en el suroeste de Francia que ofrece mucho por descubrir: historia, cultura, una gastronomía excepcional y grandes vinos, naturaleza y actividades divertidas .... ¡Mayores y pequeños lo pasarán de maravilla!
Pero empecemos por el principio. Por la prehistoria: este 2018 se presta mucho para conocer a esos antepasados ya que se celebran los 150 años del descubrimiento del yacimiento de Cromañón (en la cueva que luego daría nombre a los homo sapiens de gran parte de Europa). Para conmemorar este hallazgo se han organizado actividades y muestras, entre las que destacan las exposiciones del Museo Nacional de la Prehistoria, en Les Eyzies-de-Tayac.
La presencia del arte y la belleza en Dordoña-Périgord no acaba en la prehistoria, ¡ni mucho menos! Exquisitas muestras de arquitectura de todas las épocas se erigen en infinidad de rincones de la región: desde castillos y fortalezas medievales a hermosas casas solariegas, pasando por pequeñas iglesias románicas, que llaman a la quietud y el recogimiento.
Es este el país de las bastidas, los pueblos-fortaleza que proliferaron durante la Guerra de los cien años, la mayoría muy bien conservados, pero también el de “los mil y un castillos”. Los aficionados a la arqui-
tectura pues, tienen asegurada una buena muestra de los grandes estilos de la historia. Disfrutarán también los fans, mayores o pequeños, de castillos, leyendas y mitos medievales. Estas majestuosas construcciones se abren al público en entretenidas (¡y muy educativas!) experiencias para toda la familia. Toda esa arquitectura excepcional hace que hasta una decena de los pueblos de la región figuren entre Los Pueblos Más Bellos de Francia, mientras que Bergerac, Périgueux y Sarlat cuentan con el reconocimiento de Ciudades de Arte e Historia. Citas culturales ineludibles, festivales (de música, de mimo, de cine), acontecimientos dedicados a la gastronomía… Cada uno podrá encontrar eventos para disfrutar de los tesoros de Dordoña-Périgord a lo largo de todo el año.
Gastrónomos y foodies por su parte, quedarán seducidos por los mercados tradicionales, donde los productos autóctonos ocupan un lugar destacado. Estos animados mercadillos nos dan la oportunidad de degustar las delicias locales, como las fresas del Périgord, los cabécous de la región (quesos de cabra), las trufas negras del Périgord o el foie gras. Capítulo aparte merecen los vinos, que podrás catar y degustar directamente de la mano de los productores en actividades y talleres en las bodegas. ¿No se te hace ya la boca agua?
Los amantes de la naturaleza pueden visitar cuidados parques y jardines, donde se programan picnics y eventos culturales. Quienes optan por el turismo activo, disponen de innumerables opciones. Se puede recorrer en kayak alguno de los ríos de la zona, practicar senderismo y adentrarse en bosquesyvallesorecorrerenbicicletaalgunade las vías verdes. En el Parque Natural Regional de Périgord-Limousin podrán practicar escalada, pesca, espeleología, wakeboard o golf en el nuevos campo de Le Genet en Saint Barthélemy-de-Bussière. ¡Serán las mejores vacaciones para toda la familia!