Urkullu plantea a Sánchez una reforma del Estado “sin rupturas”
El presidente abre con el lehendakari un “clima de reducción de la conflictividad”
Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu mostraron ayer su voluntad de abrir un periodo de menor conflictividad territorial. El lehendakari propuso una “convención” sobre la reforma de la Constitución fuera del Congreso para definir un modelo de Estado “sin rupturas”.
Dos horas de reunión “cordial y positiva” entre Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu le sirvieron al presidente del Gobierno, en la nueva etapa política que quiere impulsar en España, para reabrir el diálogo con los territorios. Para instalar, según lo definen en la Moncloa, “un nuevo clima de convivencia y de reducción de la conflictividad”. Para “engrasar la maquinaria” de negociación y acuerdo entre el Ejecutivo y las autonomías. Y también con una “intención antiinflamatoria” con Catalunya, según la “política de distensión” con la que Sánchez quiere rebajar el conflicto catalán, ante su primera cita con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, prevista para el próximo 9 de julio.
El lehendakari, dispuesto a facilitar dichos objetivos “en beneficio mutuo”, aprovechó la cita para poner encima de la mesa su propuesta de abordar una reforma del modelo de Estado, a través de una “convención constitucional”. Una reforma, revisión o reinterpretación de la Constitución sin rupturas ni vías unilaterales al margen de la legalidad y el orden constitucional. “No hemos hablado de ruptura, sino de convivencia desde el respeto mutuo”, subrayó Urkullu en su comparecencia posterior. Sánchez quiso dejarle todo el protagonismo.
Urkullu le transmitió así al presidente del Gobierno “la necesidad de abordar una reflexión sobre el actual modelo de Estado, desde la asunción de su propia realidad plurinacional y la existencia de hechos diferenciales que demandan un tratamiento propio y singular”.
El debate sobre la reforma de la Constitución en el Congreso parece cegado en estos momentos, ante las posiciones de PP y Ciudadanos, por mucho que Sánchez quiere reactivar la comisión territorial que debía servir como antesala para el estudio de una revisión constitucional. Así que la propuesta que Urkullu le hizo a Sánchez, aunque no explicó qué respuesta obtuvo, fue la de “explorar” la vía de la citada convención constitucional, “que permita interpretar el espíritu originario del pacto que supuso la Constitución”. “Esto supone apostar por un constitucionalismo útil, al servicio de resolver los problemas y no enconarlos”, explicó el lehendakari.
Al margen del debate territorial, en la Moncloa resaltaron que Sánchez y Urkullu fueron “al grano” en cuestiones concretas. Así, acordaron crear un “grupo de trabajo bilateral y permanente” para impulsar las 37 transferencias aún pendientes del estatuto de Gernika de 1979, entre ellas la de los centros penitenciarios o la gestión de autopistas. O la “delicada”, según la definió Urkullu, transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Ya el mes que viene, por lo pronto, se abordará el traspaso de dos líneas de ferrocarril. Además, otra comisión bilateral intentará desactivar algunos recursos pendientes de resolver en el Tribunal Constitucional, planteados por el Gobierno de Mariano Rajoy contra leyes vascas.
“Hemos abierto una puerta a una relación institucional normalizada”, se felicitó Urkullu tras lamentar que, en su segundo mandato como lehendakari, Rajoy ni le llegó a recibir en la Moncloa.
MODELO DE ESTADO
“No hemos hablado de ruptura, sino de convivencia”, afirma el jefe del Ejecutivo vasco
NUEVO “CLIMA DE CONVIVENCIA”
En la Moncloa resaltan la “intención antiinflamatoria” de la cita hacia Catalunya