Otra política penitenciaria tras el fin de ETA
Urkullu compartió ayer con Sánchez “la necesidad de un nuevo enfoque para la política penitenciaria en este nuevo tiempo, tras la disolución definitiva de ETA”. El lehendakari le trasladó así al presidente del Gobierno las iniciativas del ejecutivo vasco “en el marco de la legalidad penitenciaria”, y la propuesta “para una reorientación legal del acercamiento de las personas presas”. Según explicó Urkullu al término de la cita, “se trata de abordar una nueva política que supere las medidas de excepcionalidad y, como establece la legislación penitenciaria y la propia Constitución, evite el desarraigo social de las personas penadas que no permite su reinserción”. Sánchez, no obstante, le expresó “cautelas” ante un acercamiento de los presos de ETA que pueda incendiar los ánimos de las víctimas del terrorismo. Pero Urkullu le explicó las iniciativas que lleva a cabo su ejecutivo en cuanto a “memoria, reconocimiento y reparación” de las víctimas de ETA. “Creo que es el momento de avanzar en la convivencia normalizada”, aseguró el lehendakari, que anunció la creación de otro grupo de trabajo para analizar el acercamiento de los presos de ETA. A su vez, el nuevo delegado del Gobierno en Euskadi, Jesús Loza, defendió en su toma de posesión el acercamiento “progresivo, legal e individualizado” de los presos de ETA a través de una “reformulación” de una política penitenciaria. El cambio, insistió, puede producirse sin necesidad de modificar la ley, cuya base debe ser “buscar la reinserción”. “La política penitenciaria tiene que separarse de la política antiterrorista y formar parte de la convivencia”, destacó, según informa Jokin Lecumberri.