Los Mossos empiezan a usar las pistolas eléctricas
Las armas, conocidas como Taser, llegarán a Barcelona el 15 de agosto y en septiembre estarán implantadas en toda Catalunya
Los Mossos d’Esquadra cuentan desde ayer con nueva arma policial. Se trata de las pistolas eléctricas Taser que como prueba piloto han empezado a utilizarse en las comisarías de Girona, Blanes y Figueres y las áreas regionales de Recursos Operativos de Girona. A partir del 9 de julio se iniciará el despliegue progresivo por el resto de regiones policiales y la previsión es que lleguen a las comisarías de Barcelona el 15 de agosto y a principios de setiembre estén ya implantadas en toda Catalunya.
En total habrá 120 unidades repartidas en las distintas dependencias. A partir del 9 de julio, está previsto que dispongan de este artilugio las regiones policiales Metropolitana Norte y Sur; el 15 de agosto las de Barcelona, Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre y finalmente en las de Ponent y Pirineu el 31 de agosto y 1 de setiembre.
Los jefes de turno de cada base policial son los que únicamente pueden usar estas pistolas, que permiten liberar una descarga eléctrica de alto voltaje y bajo amperaje a una persona agresiva que afectan sus capacidades motoras y le paralizan. Su uso, sin embargo, va ligado al de una cámara de vídeo. Es decir, cada vez que haya una actuación con las Taser dicha acción se tendrá que grabar con la cámara incorporada en el chaleco del uniforme. Según el director general de los Mossos d’Esquadra, Andreu Martínez, las pistolas eléctricas son una “herramienta más” y están “a medio camino” entre las defensas reglamentarias y las armas de fuego. “Se han de utilizar en circunstancias muy excepcionales”, explicó.
Los policías también llevarán desfibriladores externos por si hiciera falta y garantizarán la asistencia médica a la persona contra quien hayan aplicado la descarga.