La Vanguardia

Los manolos ya tienen versión masculina

Blahnik abre una tienda de zapatos para hombre en Londres

- BEGOÑA CORZO

Si Valentino es el último emperador de la moda y Karl Lagerfeld es el káiser, Manolo Blahnik es el rey del calzado. Y ahora, a sus 75 años, abre su reino también a los hombres con su primera tienda dedicada en exclusiva a ellos. La nueva boutique abrirá a principios de julio en Londres, ciudad donde el creador tiene su cuartel general, y estará junto a la de zapatos de mujer que abrió hace dos años –tiene otra en Chelsea desde 1972–, en Burlington Arcade, paraíso del lujo en el corazón de Mayfair, al lado de la Royal Academy.

La colección está compuesta por 35 modelos, fabricados por artesanos en Italia. Aunque el zapatero canario es conocido por sus diseños arriesgado­s, en esta aventura prefiere ser más contenido. Las siluetas siguen formas clásicas (Oxford, Derby, botines Chelsea, sandalias y alpargatas), aunque arriesga en el color y en los estampados. Abre tienda para ellos, pero no es la primera vez que Blahnik diseña para hombres. Cuando le apetece hace zapatos para amigos como el músico Bryan Ferry o los artistas Peter Schlesinge­r, David Hockney o Michael Roberts, y en el 2013 lanzó una colección cápsula masculina de zapatillas y zapatos Ofxord de ante brillante.

Blahnik se refiere a esta nueva tienda como un “experiment­o”, pero, desde que de niño hacía bo- tas para los lagartos de su La Palma natal (el documental sobre su vida se titula justamente The boy who made shoes for lizards), no ha parado de arriesgar, y por eso mismo es tan reconocido. El experto en moda Colin McDowell lo considera el mejor zapatero de los siglos XX y XXI, Anna Wintour dijo en su día que no se calzaba nada que no fueran unos manolos, y cuando Carrie Bradshaw era atracada en un capítulo de Sexo en Nueva York, cedía su bolso Fendi Baguette, su anillo y su reloj, pero suplicaba al atracador que no se llevara sus zapatos de Manolo Blahnik.

Las mujeres que los han probado dicen que los manolos son cómodos aunque tengan tacones altos. Puede, pero lo cierto es que si son míticos es porque son muy creativos. Ahora los señores podrán comprobarl­o, a partir de los 500 euros que costarán unas sandalias o de los 700, unas botas.

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FRANCESC PEIRON Manolo Blahnik, en la presentaci­ón de su libro Fleeting gestures and obsessions
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