España esquiva el oficio y la garra de Uruguay y cae al lado bueno del cuadro

Hace dos veranos, en la Eurocopa de Francia, España perdió el último partido del grupo contra Croacia (2-1) y se metió en un buen lío. Aquella derrota envió a la roja al lado duro del cuadro. Duro no, durísimo. Porque tenía como posibles rivales según avanzase el torneo a Alemania, Inglaterra, Francia o Italia. Tal era el embrollo que la azzurra la mandó a casa en octavos de final sin apelación posible (0-2). En Rusia, España ha aprendido la lección, clasificándose como primera de grupo esquiva el oficio y la garra de Luis Suárez y Cavani en octavos y, como premio gordo, cae al lado bueno del cuadro, que a la larga puede ser la mejor noticia para sus intereses.

El equipo de Fernando Hierro se las verá el domingo con el anfitrión del Mundial, en la capital del país y con gran parte de los 80.000 espectadores del Luzhniki en contra pero Rusia demostró ayer en su primera derrota que juega con un respeto diferente ante una selección histórica que frente a las frágiles Arabia o Egipto. Los de Cherchesov dependen mucho del juego de Golovin, que ayer descansó ya que estaba apercibido, y a Akinfeev le cuesta mantener la portería a cero.

Si España necesita tiempo para crecer después de un triunfo y dos empates, lo mejor es un camino

El rival de cuartos saldría de un Croacia-Dinamarca y en semifinales la amenaza serían Bélgica o Inglaterra

sin grandes rocas que se le pueden cruzar. En unos teóricos cuartos de final, en caso de apear a Rusia, el rival podría salir del ganador de Croacia-Dinamarca, siempre hablando de hipótesis.

Es decir, que no sería hasta la semifinal en la que se cruzaría con alguna de las grandes aspirantes que podrían ser Inglaterra o Bélgica, la que quede líder del grupo G.

También gana España en comodidad porque en caso de ir pasando rondas sólo visitará dos ciudades hasta la hipotética final: Moscú y Sochi, la sede más cercana al cuartel de Krasnodar, un estadio que ya conoce y en el que jugaría los cuartos de final. Pero primero toca vencer a la ilusión de Rusia.

El equipo de Hierro también gana en comodidad ya que sólo viajará a Moscú y Sochi