TU CUERPO TE PIDE MAGNESIO
Trabajo, familia, ejercicio físico… ¿Te sientes estresado y cansado? Quizá necesites un suplemento de magnesio. Este oligoelemento, esencial ya que participa en más de 300 reacciones químicas de nuestro organismo, está presente en alimentos como el chocolate, los cereales, los frutos secos, las legumbres, semillas como pipas de calabaza, entre otros. Una nutrición equilibrada y variada debería aportar las cantidades diarias necesarias de magnesio, pero la realidad es otra. La doctora Camino Díaz Díez, médico de Familia y miembro de la junta de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa, afirma que estudios epidemiológicos revelan que “un 20% de la población de países industrializados presentan carencias de magnesio”. De hecho, un estudio francés reveló que el 77% de las mujeres y el 72% de los hombres tenían ingestas de magnesio hasta un 30% inferiores a las recomendadas. “Las señales más frecuentes de déficit de magnesio son las psíquicas: cansancio, estrés… Y también las físicas: fatiga muscular, calambres, pequeñas contracciones musculares (en el párpado…)”, comenta la doctora. Muchos factores aumentan el riesgo de déficit de magnesio, “uno de ellos es la mala nutrición por las dietas desequilibradas y la comida rápida”, explica la doctora. “Además, usar fertilizantes y pesticidas hacen que las tierras de cultivo sean pobres en determinados minerales. Si se añade el procesado y refinamiento industrial, obtenemos alimentos con niveles cada vez más bajos en magnesio." Otras situaciones frecuentes que aumentan el riesgo de déficit de magnesio son “el estrés, que puede agotar las reservas de magnesio, y la práctica de ejercicio físico intenso, donde hay mayor consumo de magnesio y se aumenta su pérdida por el sudor y la orina”, destaca Díaz. “Capítulo aparte merece la relación estrés-magnesio” comenta Díaz. ”Ante una situación de estrés, nuestro organismo libera unas hormonas que ocasionan una pérdida de magnesio que, a su vez, provoca más vulnerabilidad al mismo: es un círculo vicioso. Este déficit se manifiesta con signos neuromusculares como calambres u hormigueos, pero también neuropsíquicos como nerviosismo, fatiga, hiperemotividad...Una buena suplementación con magnesio puede romper este círculo vicioso. De hecho, en Suiza, do en Francia se usa habitualmente”.
“Es importante elegir un buen complemento alimenticio con magnesio. Lo ideal es que, además de las sales de magnesio, también incluya vitaminas del grupo B. Ayudan a la asimilación del magnesio y contribuyen al funcionamiento normal de tu sistema nervioso. También incluir antioxidantes como el selenio o la vitamina E es interesante. Un complemento alimenticio con sales de magnesio y vitaminas será muy aconsejable particularmente en situaciones de estrés o de práctica intensiva de deporte”, concluye la doctora Díaz Díez.