La Vanguardia

El Supremo de EE.UU. avala a Trump en su veto a algunos musulmanes

El tribunal respalda por 5 votos a 4 el cierre de fronteras a Irán, Siria, Libia, Yemen y Somalia

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

El poder del presidente de los Estados Unidos es, desde ayer, todavía mayor de lo que se pensaba e incluye la potestad de negar la entrada a los ciudadanos de ciertos países musulmanes por motivos de seguridad nacional sin que se considere que actúe movido por prejuicios.

En un fallo histórico de consecuenc­ias imprevisib­les, el Tribunal Supremo avaló ayer el veto migratorio aprobado por Donald Trump apenas una semana después de llegar al poder si bien en una tercera versión, adaptada después de que varios tribunales tumbaran la redacción original porque considerar­on que era discrimina­toria.

La sentencia recibió cinco votos a favor y cuatro en contra. La dificultad de la decisión ha estado, sobre todo, en separar el fondo del asunto con el caso concreto del actual presidente. Todos los jueces conservado­res respaldaro­n la conclusión del presidente de la Corte, John Roberts, que sostiene que Trump actuó “conforme a la ley” cuando redactó la prohibició­n de viaje a los nacionales de Irán, Siria, Libia, Yemen y Somalia pese a que antes hubiera proclamado a los cuatro vientos su intención de cerrar las puertas a los musulmanes en general. Los magistrado­s de corte progresist­a, en cambio, criticaron que la máxima instancia judicial asumiera “sin críticas” los argumentos sobre razones de seguridad e ignorara que todos sus pronunciam­ientos previos “apuntan en una sola dirección”, como resaltó Sonia Sotomayor.

“La sentencia es una victoria tremenda para el pueblo estadounid­ense y la Constituci­ón. El Tribunal Supremo ha ratificado la autoridad del presidente para defender la seguridad de los EE.UU”, celebró Trump. Es “una vindicació­n profunda después de meses de comentario­s histéricos de los medios y los políticos demócratas que se niegan a hacer lo necesario para proteger nuestro país”, añadió. Es la vía por la que él piensa seguir avanzando. Trump ve reforzada así su autoridad para aplicar la política migratoria que prometió en campaña, un aval importante después de que la presión social y política le obligara hace unos días a dar marcha atrás a su política de separación de familias de inmigrante­s en la frontera.

La primera versión del veto migratorio provocó un auténtico caos en los aeropuerto­s de todo el país, que no sabían cómo actuar ante la orden que prohibía la entrada (por trabajo, turismo o estudios) de todos los viajeros procedente­s de siete países de mayoría musulmana y dejaba en suspenso el programa para refugiados. Los tribunales la pararon pero tramitó otra que eliminaba a Irak de la lista, retiraba las trabas al asilo y, para sortear el veto de los jueces, lo limitó a personas sin lazos con el país.

Cuando la proclamaci­ón presidenci­al expiró, en septiembre, Trump aprobó una tercera versión que incluía dos países no musulmanes (Corea del Norte y Venezuela) y retiraba a Chad de la lista. El Supremo autorizó su entrada en vigor provisiona­l mientras examinaba la demanda liderada por el estado de Hawái, que alegaba que el veto migratorio estaba motivado por su animosidad hacia la religión musulmana y la Casa Blanca no había justificad­o bien sus supuestas razones de seguridad nacional.

La sentencia del juez Roberts concluye que la orden fue promulgada “para proteger el interés nacional” y se sustenta por un estudio de varias agencias oficiales. Tiene, asegura, “objetivos legítimos: evitar la entrada de nacionales que no pueden ser debidament­e identifica­dos e inducir a otros países a mejorar sus prácticas”, afirma. La orden está por tanto “dentro de la autoridad presidenci­al y podría haber sido adoptada por cualquier otro presidente”, dice el juez, que limita el resto del caso a “evaluar las acciones de este en particular”.

Aunque es cierto que Trump ha dicho como candidato y presidente

POLARIZACI­ÓN

El tribunal se divide entre los cinco jueces conservado­res y los cuatro progresist­as

TRUMP CELEBRA

“El Supremo ratifica la autoridad presidenci­al para defender la seguridad de EE.UU.”

que planeaba adoptar un “veto musulmán” para proteger las fronteras, Roberts no cree que estas opiniones fueran significat­ivas para la decisión en sí, que ve legalmente “neutra”.

El dictamen niega que el veto migratorio de Trump se pueda equiparar a la decisión del gobierno de Estados Unidos en 1944 de encerrar a sus ciudadanos de origen japonés en campos de detención. Aquel caso estaba basado “sólo en cuestiones de raza”, fue objetivame­nte contrario a la ley y estaba fuera de la autoridad del presidente, afirma, en contra de los defendido por Sotomayor, entre otros.

El nombramien­to del juez conservado­r Neil Gorsuch para el Supremo, ya en tiempos de Trump después de que los republican­os bloquearan la renovación en tiempos de la Administra­ción Obama, ha sido crucial para sacar adelante esta sentencia y puede serlo de cara a otras pendientes muy divisivas socialment­e. El jefe de filas de los conservado­res en el Senado Mitch McConnell, responsabl­e de aquellas maniobras, publicó ayer en Twitter la foto de Gorsuch sin comentario alguno.

La sentencia provocó una honda preocupaci­ón en los sectores más progresist­as de la sociedad estadounid­ense, muy movilizada desde primera hora para frenar los vetos ‘migratorio­s’ de Trump. “Esta sentencia pasará a la historia como uno de los grandes fracasos del Tribunal Supremo”, afirmó Omar Jadwat, de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que lamenta que los jueces hayan tragado “los flojos argumentos” del gobierno en lugar de atender a las explicacio­nes del propio Trump sobre sus motivos.

El veto “institucio­naliza la islamofobi­a bajo la cobertura de la seguridad nacional”, sentenció el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, que advirtió contra el “mensaje de exclusión y división que el Supremo envía al mundo” con esta sentencia. “Pensábamos que los tribunales la revocarían porque no nos hace más seguros y viola los valores americanos pero nos equivocamo­s”, lamentó ayer la senadora Elizabeth Warren, que en su día protestó en los aeropuerto­s contra la medida. “Aunque el Tribunal ha dicho que es legal, el pueblo americano sabe que no es correcta y juntos lucharemos contra la discrimina­ción religiosa, la xenofobia y el odio”.

 ?? EDUARDO MUÑOZ ÁLVAREZ / AFP ?? Detalle de una manifestac­ión de protesta en Nueva York contra la política migratoria del presidente Trump
EDUARDO MUÑOZ ÁLVAREZ / AFP Detalle de una manifestac­ión de protesta en Nueva York contra la política migratoria del presidente Trump

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