Xavi Blanch
SECRETARIO DE ACIC
Entidades como la Associació Catalana per a la Integració dels Cecs (ACIC) han contribuido a que el Govern promueva cambiar el Código Civil catalán para que los invidentes no necesiten testigos para hacer testamento.
Lo que inicialmente fue considerado una protección se había convertido con el paso del tiempo en una discriminación. El Consell Executiu del Govern dio ayer el paso definitivo para que las personas con discapacidad sensorial (visual y auditiva) sean tratados a la hora de hacer un testamento como el resto de los ciudadanos. Se modificarán los artículos del Código Civil de Catalunya que obligaban a estas personas, cuando acudían al notario para dejar constancia de sus últimas voluntades, a contar con la presencia de testigos, que además no podían tener ninguna relación familiar con ellos. Una ley que pretendía proteger a las personas con discapacidad sensorial de ser víctimas de fraudes y abusos de terceros.
Con la evolución de las tecnologías esta norma hacía años que no tenía ningún sentido, tal y como indica Xavi Blanch, secretario de la Associació Catalana per a la Integració del Cec (ACIC). “Nuestra intimidad y dignidad quedaban vulneradas al intervenir en esos actos tan privados otras personas”, afirma. Joan Carles Ollé, decano del Colegio de Notarios de Catalunya, comparte con Blanch que esa ley “no tenía ningún sentido y es discriminatoria, pues el notario tiene suficientes elementos para asegurarse de que lo que se firma es lo que quiere esa persona”. Los notarios no podían saltarse, sin embargo, la norma y estaban obligados por ley a exigir siempre la presencia de testigos.
La consellera de Justícia, Ester Capella, afirmó ayer que el Código Civil “no hace más que adaptarse a lo que marca la Convención de las Naciones Unidas”. Catalunya es la primera comunidad de España que termina con esta discriminación. Una reforma que busca también acabar con el uso de términos como ciego, sordo o mudo que, según como se usen, pueden discriminar también.