Salvini celebra como otro triunfo que el ‘Lifeline’ se dirija hacia Malta
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, se apuntó ayer otro tanto particular después de que el barco Lifeline, de la oenegé alemana Mission Lifeline, tenga muchos números de desembarcar en Malta. “¡Y dos! Después de que el Aquarius fuese a España, ahora toca al Lifeline que irá a Malta, con esta nave fuera de la ley que finalmente será secuestrada. ¡Para mujeres y niños que huyen de la guerra las puertas están abiertas, para el resto no! #stopinvasión”, celebró.
Salvini estaba eufórico después de que el primer ministro, Giuseppe Conte, informase de que el buque –bloqueado desde el viernes pasado con 234 migrantes a bordo que rescataron frente a las costas de Libia– atracaría en Malta. Conte lo aseguró después de una conversación telefónica con su homólogo maltés, Joseph Muscat, e informó de que acordaron que el barco sea sometido a una investigación para comprobar si lleva la bandera holandesa de acuerdo con las normativas internacionales y respeta las reglas de la tripulación a bordo.
Además, el premier dijo que de acuerdo con la propuesta para la inmigración que presentará Italia en la cumbre europea de esta semana, Italia acogerá una cuota de los migrantes a bordo del Lifeline, “con el auspicio que también los otros países europeos hagan lo mismo como ya ha sido en parte anunciado”. Según la agencia italiana Ansa, también España, Malta, Francia y Portugal estarían dispuestos a participar en el reparto.
Del Gobierno maltés no llegó ninguna confirmación de que hubieran abierto sus puertos al Lifeline pero sí ratificaron que trabajan para una solución y que al menos cuatro estados de la UE participarían en el reparto, mientras que otros dos lo estarían sopesando. “En el caso de que la nave entre en puertos malteses, se efectuarán investigaciones y se interpondrán posibles acciones por haber ignorado las instrucciones de las autoridades italianas, conforme con las normas internacionales”, afirmaba el comunicado de La Valeta.
La situación a bordo del Lifeline es cada vez más desesperada. Según relata el fundador de la oenegé, Alex Steiner, si no llegan pronto a un puerto, “uno detrás de otro acabarán enfermos en el mar”. “Debes imaginar cómo nos sentimos. Nos pueden dejar aquí, ir a la cama y todo va bien para ellos. No quieren respetar la vida, y es realmente una vergüenza”, afirmó. Steiner asegura que, una vez estén a salvo, Lifeline pedirá una investigación para identificar a los responsables de “esta violación masiva de las reglas de la Organización Marítima Internacional en el tratamiento de personas rescatadas en el mar”.