Una iniciativa de ERC delata la precariedad del diálogo bilateral
El PSOE rechaza una moción que pide hablar “sin condiciones ni renuncias”
Primer jarro de agua fría para el independentismo en la era Sánchez. La voluntad del Gobierno socialista de abrir el diálogo político con Catalunya dejó ver ayer límites que desanimaron al portavoz parlamentario de ERC, Joan Tardà. El principal, fue el rechazo de los socialistas a una moción que proponía escuetamente: “El Congreso insta al Gobierno a establecer un diálogo bilateral con el Govern, sin condiciones ni renuncias, con el objetivo de alcanzar una resolución democrática al conflicto”. El PSOE no quería desairar a Esquerra y atemorizado por la expresión “sin condiciones ni renuncias” –que al parecer leyó como combustible para los cancerberos de la unidad de España, PP y Ciudadanos– propuso sustituir el parrafito por este otro: “El Congreso insta al Gobierno a establecer un diálogo directo y abierto con el Govern con el fin de resolver democráticamente el conflicto existente”. Pero seguía: “A tal efecto se reactivará la Comisión Bilateral Generalitat-Estado como marco general y permanente entre la Generalitat y el Gobierno de España...”. ERC rechazó negociarlo, en el entendido de que preestablece límites al diálogo encorsetándolo en una comisión bilateral creada en su momento para negociar el encaje del Estatut. Puro autonomismo.
La moción original, por la parquedad de su redacción y la amplitud de sus posibilidades, la consideraban los republicanos asumible para el PSOE pero además, un mensaje para la sociedad catalana, aún los sectores más acérrimos del independentismo, de que de todo cabe hablar en el nuevo escenario. De ahí que Tardà dijera al salir del hemiciclo que este rechazo “deja tocada” la relación de los grupos republicano y socialista “porque expulsa a una parte de Catalunya del marco del diálogo”. No quiso prejuzgar en qué medida afectará a las siguientes etapas del balbuciente gobierno Sánchez; las primeras, la ratificación del decreto de RTVE y la entrevista entre Torra y Pedro Sánchez.
El diputado del PSOE José Zaragoza lamentó esta iniciativa por apresurada, dio a entender, y subrayó la paradoja de que se pretenda impulsar el diálogo rechazando hablar de enmiendas. Aludió a las Casandras de la ruptura de España y llamó a la comprensión: “Saben que estas acusaciones se producirán, pero hemos de usar la audacia para construir puentes y no volarlos”.
Pero no sirvió. Los republicanos venían ya decepcionados por el discurso, horas antes, de Pedro Sánchez, en el que marcó los límites del diálogo: “Se puede hablar de muchas cosas en el marco de la Constitución”. Muchas cosas no son todas, y, en todo caso, son muchas menos de las que Esquerra quiere.
Joan Tardà subraya que el rechazo socialista de ayer “deja tocada” la relación ERC-PSOE en el Congreso