Forn niega que apoyara a los CDR y vuelve a pedir su salida de prisión
El exconseller asegura que sólo agradeció las muestras de solidaridad
Fue un error. Una mala interpretación. Esta es la tesis que ayer defendió el exconseller de Interior Joaquim Forn con respecto a una carta que firmó junto al exvicepresident Oriol Junqueras. El contenido de la misiva fue citado por el juez del Supremo encargado del caso 1-O, Pablo Llarena, para justificar la permanencia de Forn en prisión. El magistrado interpretó que el exconseller manifestaba en el texto su apoyo a los Comités de Defensa de la República (CDR). Y con ese argumento, entre otros, le mantuvo en prisión preventiva. Pero según Forn la carta sólo pretendía mostrar su agradecimiento a las personas que han manifestado su solidaridad con quienes siguen en prisión incondicional por la convocatoria del 1-O.
Forn, en definitiva, pidió volver a declarar ayer ante Llarena para tratar de deshacer el supuesto malentendido. El juez, desde luego, consideró que la iniciativa de la carta, y su contenido, constituían un nuevo dato en favor de la tesis de que existe riesgo de reiteración delictiva. En la misiva, Junqueras y Forn incitaban a los ciudadanos a “resistir y mantenerse firmes”, y proclamaban que “un país vivo no se resigna, ni cede a la represión ni a la amenaza”.
En una comparecencia que duró alrededor de 40 minutos, Forn explicó al magistrado que el objetivo de la carta era “agradecer el apoyo moral de la gente”, por sus muestras de solidaridad durante los seis meses que lleva en prisión. Por tanto, no hubo voluntad alguna de expresar respaldo a la actuación de los Comités de Defensa de la República. La confusión –explicó su defensa, a cargo del letrado Xavier Melero– pudo provenir de la interpretación hecha por la Fiscalía de informaciones publicadas en un diario digital que se refirió a la carta.
La misiva, en todo caso, fue leída en un acto público que tuvo lugar en Barcelona el pasado 2 de mayo. En concreto, en la plaza Sant Jaume. El juez consideró que las apelaciones hechas a la ciudadanía para que resistiera y se mantuviera firme, así como el llamamiento a no resignarse ni ceder a la represión ni a la amenaza, podían verse como indicativas de que persistía el riesgo de reiteración delictiva. Un argumento compartido por la Fiscalía y por la acción popular, ejercida por el partido político Vox, cuyo letrado en esta causa, Javier Ortega, subrayó ayer que Forn actuó al frente de los Mossos d’Esquadra “para llevar a cabo un plan concertado con el fin de ponerlos al servicio del golpe de Estado”. Y añadió a la salida de las declaraciones que si el president Quim Torra alude a “un nuevo 1-O” es porque hay una voluntad de “continuidad en los objetivos”, lo que hace pertinente la permanencia de la medida de prisión preventiva.
Las defensas subrayaron, a su vez, el valor probatorio de las manifestaciones hechas por los testigos que ayer comparecieron ante Llarena. Con sus declaraciones se buscaba negar la existencia del delito de malversación. Desde su responsabilidad como directivos o técnicos de empresas especializadas, todos ellos cuestionaron el uso de dinero público para fines relacionados con la convocatoria y organización del referéndum.
El juez interroga a seis testigos que desmintieron el uso de fondos públicos para organizar el 1-O