Importante acuerdo salarial
LA subida salarial entre el 2% y el 3% anual pactada entre patronales y sindicatos para el periodo 2018-2020, así como el establecimiento de un sueldo mínimo de convenio de mil euros mensuales, supone acabar con el proceso de devaluación salarial iniciado durante la crisis y permitirá la progresiva recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores. La medida también puede suponer un importante impulso para el consumo, principal motor del crecimiento económico, así como mayores ingresos por la recaudación de impuestos y de cuotas de la Seguridad Social. Es una medida que encaja, además, con las recomendaciones efectuadas por el Banco Central Europeo para dinamizar la demanda interna de los países del euro y acercar la inflación al objetivo fijado del 2%.
Es muy importante, asimismo, que las patronales y los sindicatos hayan retomado con éxito la senda del diálogo y la negociación. El IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, firmado por los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme, así como por los secretarios generales de Comisiones Obreras y UGT, que ahora deberá ser ratificado por sus bases, aporta paz social, estabilidad y confianza. Todos ellos son factores clave, igualmente, para consolidar el crecimiento económico en una etapa de incertidumbre internacional por las políticas proteccionistas de Trump y la escalada del precio del petróleo.
Es evidente, como han reconocido los presidentes de las patronales, que llevar adelante dicho acuerdo supone un esfuerzo notable para las empresas. Añadimos nosotros que, además, debe comportar también el reto de unos y otros, de empresarios y trabajadores, para que la citada subida salarial no se traduzca en una pérdida de competitividad que, a su vez, perjudicaría al empleo. Por tanto, es clave que, junto a los aumentos salariales, se arbitren las estrategias adecuadas que permitan mantener y mejorar la productividad. Igualmente hay que tener presente que, pese a la buena voluntad expresada por los dirigentes patronales, habrá empresas que no podrán asumir los incrementos salariales pactados y para las cuales son necesarias cláusulas de descuelgue si no se quiere poner en riesgo su supervivencia. De ello han de ser muy conscientes también los sindicatos. En cualquier caso, bienvenido sea el citado acuerdo, que abre la vía a la normalización de la vida económica en nuestro país y que, además del aumento salarial, prevé avances para resolver cuestiones clave del mercado laboral como la igualdad, la subcontratación, la recuperación de las condiciones originales del contrato relevo o la mejora de la eficacia del sistema de formación para el empleo, entre muchos otros.