Los Juegos del despropósito
Árbitros en pie de guerra, deportistas cantando a cappella su himno, un gimnasta fugado y la imagen de gradas vacías desvirtúan el certamen
Si sólo fuera una, pasaría como anécdota. Pero al mal comienzo de los Juegos Mediterráneos –por la falta de público y la polémica distribución de las entradas– se está sumando una lista de despropósitos que no hace más que engrosarse: gradas vacías en la mayoría de competiciones, Mireia Belmonte colgando la medalla de bronce a su rival porque las autoridades no lo hacían, jueces plantados reclamando cobrar, la selección francesa cantando a grito pelado su himno a falta de audio oficial... Y a todo ello, hay que añadir el desgraciado atropello de un niño de cinco años. El conductor que lo arrolló era un trabajador de una empresa proveedora de servicios de los Juegos y conducía un vehículo oficial de la organización.
Este accidente ocurrió minutos antes de la medianoche del lunes en Salou. El niño iba en bicicleta con su familia, unos turistas ir- landeses, y resultó herido grave tras ser arrollado. Aunque no se teme por su vida, permanece ingresado en el hospital Joan XXIII. En un primer momento, el conductor –que triplicaba el límite de alcoholemia permitido– se dio a la fuga, aunque luego se entregó a la policía y pasará a disposición judicial durante las próximas horas.
El certamen cruzó ayer el ecuador en una quinta jornada que arrancó mal en Vila-seca, la subsede de lucha libre. Los árbitros decidieron plantarse para reclamar que les pagaran. Al parecer, la deuda la tenían sus respectivos comités nacionales: “Nunca había visto algo así en un torneo internacional, llevamos cinco días reclamando”, insistía uno de ellos. Finalmente se llegó a un acuerdo y, aunque con una hora de retraso, comenzó la lucha.
La cadena de despropósitos que están haciendo mella en la imagen de los Juegos y por extensión en la imagen de la ciudad y en el ánimo de muchos tarraconenses, está eclipsando otras facetas deportivas. Poco se habla de las medallas y la competición o de la visita del Príncipe de Mónaco a Valls, donde asistió a las primeras eliminatorias de ping-pong. La triste imagen de las gradas vacías, la poca implicación de la ciudadanía y la sensación de desbordamiento de la organización están ganando la partida por goleada. Especialmente en las redes sociales.
Aunque el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), insistía el lunes en el impacto “brutal” e “impagable” de la ceremonia eludiendo cualquier tipo de autocrítica, ayer también trascendió que la organización está movilizando a toda prisa a los voluntarios del Patronat Municipal d’Esports. Con los voluntarios que se apuntaron oficialmente a los Juegos no dan al abasto.
La organización moviliza ahora a toda prisa a voluntarios del Patronat Municipal d’Esports
Se necesita a más efectivos para el próximo sábado.
Y las “incidencias” no cesan. Ayer, el anillo mediterráneo, el “epicentro” de los Juegos y donde se ha concentrado la mayor inversión, no acogía competiciones oficiales. Ayer era día de entrenos. A primera hora de la tarde, las jugadoras el equipo femenino de balonmano de Egipto se preparaban con sus rivales de Turquía. Los atletas italianos entrenaban en la pista de atletismo y en el interior del velódromo, donde se disputarán los deportes de bola, es decir petanca, bochas y raffa, entrenaba una deportista serbia. En el ambiente, se respiraba cierta tensión. La campeona española Cristina Soler, el presidente de la Federación Española y el seleccionador de petanca se quejaban al director de competición por la pista. El mismo día de la inauguración, el viernes, una excavadora tuvo que rehacer la pista de bochas y aún así, parece que falta tierra y sobra asfalto.
El último “sobresalto” del día fue la noticia que publicó el Diari de Tarragona sobre la fuga de un gimnasta tunecino que durante los entrenos de domingo en Reus dijo que iba al lavabo y ya no volvió. Nadie sabía donde estaba y ayer no participó en la competición. A última hora, la familia comunicó a la organización que el gimnasta, que tiene pasaporte y visado en vigor, está en Montpellier. La atención ahora empiezan a dirigirse –con los dedos cruzados– a la gala de clausura del próximo domingo.