Las costuras de España
La selección se mira al espejo y se exige ser más fiable en defensa para aspirar a todo
La selección española regresó ayer al trabajo en su campo base y se encontró con otro golpe de calor. 33 grados y el ambiente húmedo habitual en Krasnodar. Pero el sofoco ya lo traía de la fresca Kaliningrado, donde pasó un muy mal rato ante Marruecos y mostró su fragilidad, y de donde sacó conclusiones para lo que resta de Mundial, llegue lo lejos que llegue su participación. España se mira en el espejo y se ve repleta de costurones. Recuerda en algo a su belleza de antaño, pero también le han salido arrugas, surcos y síntomas del paso del tiempo. Eso se traduce en una imagen de poca seguridad, de una contundencia limitada y de una debilidad a campo abierto y sin balón que es una mina para los rivales.
El equipo de Fernando Hierro, aunque ha quedado primero de grupo, ha recibido cinco goles, todos ellos ciertamente evitables, cuando en el 2010 su título se produjo con sólo dos tantos en contra. Ante Portugal el primero llegó de un penalti estúpido cometido por Nacho, el segundo con un error flagrante de David de Gea y el tercero fue un gran gol de Cristiano, pero se originó en una falta innecesaria de Piqué. Contra Marruecos se repitieron las concesiones. Ramos falló, Iniesta no rectificó y marcó Boutaib, mientras que el segundo de los marroquíes se fraguó en un saque de esquina.
La palabra de moda en la concentración española desde el lunes por la noche es “autocrítica”. “Hay que hacer autocrítica de lo que hemos hecho hasta el momento. Hemos tenido fases de juego brillantes pero en otras no hemos tenido el control. Hay que mejorar y competir al máximo”, razona Thiago Alcántara. Aunque el más claro en su descripción de la situación es Sergio Ramos, que no esconde las vergüenzas del equipo. “Hay que hacer un punto de inflexión a nivel defensivo porque cuando tienes un equipo con una defensa sólida y que transmite mucha seguridad y contundencia siempre es más complicado para los rivales. Tenemos que volver ya a la dinámica de antes de encajar pocos goles para que los de arriba no estén tan preocupados por defender y se puedan dedicar a marcar”, afirma el capitán de la roja.
Ramos piensa que la selección ya ha agotado su crédito de errores. “Los fallos que se podían cometer los hemos hecho porque a partir de ahora cualquier otro que hagamos nos puede dejar fuera. No se trata de señalar a un jugador u otro. Cuando se encajan tantos goles se mira a la defensa. Es normal. Pero hay que mejorar en todas las líneas”.
Ha llegado el momento de protagonizar un golpe encima de la mesa, empezando por el partido del domingo ante el anfitrión, Rusia. “Hay que dar ahora un paso más al frente porque, si no, no podremos aspirar a ganar el torneo”, se sincera Thiago, para quien no se trata de una cuestión física sino de dinámica.
¿Esta falta de empaque tendrá que ver con el cambio de seleccionador? Ramos niega que la ruptura de diques en la línea de contención tenga que ver con la llegada de Hierro por Lopetegui. “De los problemas surgen oportunidades para crecer. Todo lo que ha pasado nos ha servido para estar más fuertes y más unidos. Podemos aspirar a ganar el Mundial pero para eso hay que centrarse, conceder me-
Cuando ganó el Mundial del 2010 el equipo español sólo recibió dos goles; ahora ha encajado ya cinco
nos errores y empezar a brillar ya”.
Muchas miradas siguen dirigiéndose de soslayo a David de Gea. No tuvo una culpa directa en los goles de Marruecos pero transmite la sensación de que no está para grandes alardes y que lo que le rematen va a ir adentro. Cuando hizo su primera parada en el campeonato había recibido cuatro goles y sigue muy enganchado en su línea de meta. ¿Se atrevería Hierro a cambiar el portero en un momento tan crucial?