Rusia asume con temor pero con entusiasmo su duelo contra la “furia roja”
Con sorpresa, como todo el mundo, con temor y con un poquito de amor propio vivían ayer los millones de rusos aficionados al fútbol el hecho de que su selección tenga que vérselas este domingo con la selección española. Los muy optimistas se felicitan, alaban el toque de los hombres que dirige Hierro y argumentan que para lograr algo hay que jugar con los mejores. Los menos felices habrían preferido a Portugal, y es que el combinado luso asusta menos si se logra aplacar a Cristiano.
“No es un secreto que los españoles son uno de los más fuertes del mundial, por lo que los aficionados rusos se preparan moralmente para apoyar” (a los de Cherchésov), decía ayer el popular diario Moskovski Komsomólets. “La “furia roja” aún es un equipo muy vivo en Rusia. No hay trabajo sin errores. Gente con inspiración... Se entienden a la perfección y es una pena que no jueguen en el mismo equipo”, escribía con entusiasmo ayer Pável Puchkov, uno de los columnistas del electrónico Championat.com.
“Con Portugal se puede jugar. El partido con Egipto demostró que podemos bloquear al jugador principal del adversario y crear oportunidades delante”, explicaba en Gazeta.ru el exfutbolista Serguéi Kiriakov. “Con España será más complicado”.
Pero en Moscú se lanzaba ayer la idea de que su selección también despierta temores entre los españoles. En el diario Sport-Express se preguntaban si los campeones de Sudáfrica 2010 no habrían pisado el freno a propósito en el partido con Marruecos, cuando la doble carambola del grupo B emparejó en octavos a España con Rusia y a Portugal con Uruguay. “La selección de Marruecos dio guerra a los españoles y estuvieron cerca de impedirles jugar los octavos con Rusia. ¿O es que los mismos españoles no querían?”, destaca el cronista.
Eso es uno de los motivos de esperanza de la afición rusa. Subrayaba ayer el Moskovski Komsomólets que uno de los temores de la roja es jugar contra los anfitriones. Nunca antes España ha derrotado a la selección organizadora de un Mundial.
“En nuestro lado habrá una increíble cantidad de aficionados en el estadio Luzhnikí, y España va a jugar en Moscú por primera vez desde el fin de la URSS”, añadía.
“¿Es que los españoles no querían jugar contra Rusia?”, se pregunta un periódico de Moscú