España capta 7.000 millones a largo plazo y a bajo interés

El Tesoro español aprovechó ayer la distensión de los mercados para lanzar una emisión sindicada de bonos a diez años por 7.000 millones de euros. La operación despertó un gran interés entre los inversores, que pidieron papel por cerca de 24.000 millones, según dijo en una nota el instituto emisor. El cupón quedó fijado en el 1,4% anual, en línea con el mercado, pero, al colocarse los títulos con un ligero descuento, la rentabilidad inicial subió al 1,457%.

En su reunión del pasado 14 de junio, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) anunció que extenderá hasta diciembre el programa de compra de bonos soberanos y corporativos, aunque reducirá el importe mensual desde octubre a los 15.000 millones. Esta inyección de liquidez, junto con el mantenimiento de los tipos de interés de la eurozona en el 0% hasta, al menos, el verano del 2019, tiene anestesiada la rentabilidad de los bonos europeos, cuyo retorno no refleja el riesgo inherente a la capacidad real de pago de cada país.

Consciente de esto, y de las tensiones al alza en otras latitudes –en especial, en Estados Unidos, donde la Reserva Federal ya ha subido los tipos al 2%–, el Tesoro suma y sigue con su programa de emisiones. Con la de ayer, que concitó un gran apetito entre los inversores extranjeros, España ya ha cubierto en 62% de las emisiones a medio y largo plazo previstas para todo el año, que son de 131.310 millones de euros. Con el bono español a diez años en el 1,4% y la prima de riesgo ligeramente por encima de los 100 puntos, las perspectivas para este años son muy buenas para el Tesoro.