Europa opta por blindar sus fronteras exteriores para frenar la oleada de migrantes
La propuesta sobre la mesa de los líderes europeos incluye “plataformas de desembarco” en el norte de África y apoyo contra las mafias en Libia
Los líderes europeos se reúnen hoy con el objetivo de buscar una solución que ponga fin a la crisis migratoria y aplaque las tensiones en gobiernos como el de Alemania. La propuesta que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha puesto sobre la mesa incluye un “control absoluto” de las fronteras exteriores y la creación de plataformas de desembarco en el norte de África. Se pone así el foco en frenar el flujo de migrantes en lugar de en el reparto dentro de Europa.
Donald Tusk realiza un diagnóstico alarmante dibujando una Europa en la que se empiezan a imponer los movimientos más populistas, antiliberales y autoritarios; y, ante tamaño desafío, propone un cierre de las fronteras exteriores, frenar en seco los flujos de migrantes ilegales. En la carta de invitación a la cumbre de hoy y mañana, y en el mismo borrador de conclusiones, se recoge la misma idea de partida: “Una precondición para una genuina política europea de migración es que los europeos decidan efectivamente quién entra en el territorio europeo”. Es decir, hay que asegurar un “control absoluto” de las fronteras exteriores. Con este planeamiento da un giro radical al debate migratorio que se estaba produciendo en Europa. Dejan de ser prioritarios los movimientos secundarios, los desplazamientos internos de migrantes que tanto preocupan a Alemania, y se centra toda la atención en frenar los flujos que vienen de fuera de la Unión Europea, que es la política exigida por Italia.
Como presidente del Consejo Europeo, Tusk es quien tiene la potestad de fijar los debates y lo ha hecho planteando tres medidas para reforzar las fronteras externas de la UE. Una de las iniciativas es crear lo que denomina “plataformas regionales de desembarco”, situadas fuera de Europa, es decir, en los países del norte de África, aunque no se precisa. El objetivo es “romper el modelo de negocio de los traficantes de personas” y “acabar con la trágica pérdida de vidas en el mar”. Unos centros que se quieren organizar en colaboración con dos agencias de las Naciones Unidas, la de refugiados (Acnur) y la de migraciones (OIM). “El tema está en pañales”, dijo un diplomático, advirtiendo que aún falta desarrollar la idea. Por otro lado, fuentes comunitarias insistían en que las plataformas de desembarco no son campamentos, “nuestro objetivo no es construir campamentos” afirmaron. La palabra clave, insisten estos interlocutores, es “desembarco”. No se trata de conducir a estos centros a gente desde Europa o de África, sino que serían sólo los rescatados en el mar los que serían trasladados para proceder a su selección. Los (pocos) que reunieran las condiciones de refugiado serían reasentados, y el resto, devueltos a través de programas voluntarios.
La segunda medida propuesta por Donald Tusk es crear un fondo dedicado exclusivamente a combaaguas tir la migración ilegal. Estos recursos saldrían del presupuesto europeo, se negociarían en las perspectivas financieras 2021-2027 y permitirían reaccionar con agilidad en caso de crisis migratorias. Hasta el momento no se ha fijado un montante. La tercera propuesta del presidente del Consejo Europeo es aumentar la cooperación con los terceros países, tanto los de origen como los de tránsito. En este sentido, cita expresamente el apoyo a la guardia costera de Libia, para que disponga de los recursos necesarios para controlar plenamente sus territoriales. Fuentes comunitarias también insistieron en la necesidad de desbloquear el segundo paquete de ayudas que se facilitan a Turquía para que se haga cargo de los refugiados, una aprobación que actualmente está frenando Italia. Donald Tusk considera un gran éxito el acuerdo al que llegó la UE con Turquía, porque consiguió frenar drásticamente la llegada de migrantes después de que alcanzara su punto más álgido en el 2015. Su objetivo es repetir la operación tur-
INICIATIVA PROPIA Donald Tusk ignora la propuesta de Macron y Sánchez de centros cerrados en Europa
EL PRINCIPIO
“Una precondición es que los europeos decidan quién entra en su territorio”
ca con las plataformas de desembarco en África.
El planteamiento de Donald Tusk ignora la propuesta que formularon el presidente francés, Emmanuel Macron, y el español, Pedro Sánchez, de crear “centros cerrados” en territorio europeo para seleccionar a los peticionarios de asilo, y después, a los que cumplan con las condiciones, repartirlos entre distintos países. Esta iniciativa no se menciona en el borrador de conclusiones. Si Macron y Sánchez quieren que prospere, tendrán que ser ellos los que la introduzcan y la defiendan en el debate. Sí que se hace una referencia a aumentar el apoyo “financiero o de otro tipo” para hacer frente al aumento reciente de los flujos procedentes del Mediterráneo Oeste. Es decir, significa ayudar a España, aunque no se la cita expresamente, y a Marruecos como país de origen y tránsito.
Con este planteamiento del presidente del Consejo Europeo, la cumbre de hoy queda muy focalizada en el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE, muy en línea con lo exigido por Italia y también por los países más duros del Este europeo. Es también una posición habitual de Donald Tusk. Fuentes comunitarias indican que lo que plantea ahora, es decir, que una política migratoria sólo tiene sentido si se controlan las fronteras externas, es consecuente con lo que ya decía en el 2015, cuando hizo “una llamada a los migrantes económicos para que no vinieran a Europa”. Ahora, además, con la agitada situación política en muchos países, Tusk advierte que la crisis migratoria provee con nuevos argumentos a los movimientos políticos que predican “respuestas simples a
los problemas más complejos”. “Cada vez más gente –dice en la carta– empieza a crear que sólo una autoridad fuerte, antieuropea y de espíritu antiliberal, con tendencia al autoritarismo, es capaz de frenar la emigración ilegal”. Si la gente cree que sólo ellos pueden solucionar la crisis migratoria, afirma Tusk, también lo van a creer en todo lo demás que digan. Y acaba con una advertencia: “Las apuestas son muy altas. Y el tiempo, escaso”.