Nao Albet y Marcel Borràs falsifican estilos teatrales en ‘Falsestuff ’
Los jóvenes creadores desdibujan ficción y realidad con un thriller en el TNC
Ya no son tan enfants pero aún son terribles. Nao Albet (Barcelona, 1990) y Marcel Borràs (Olot, 1989) debutaron como directores de teatro a una edad inusual: sólo tenían 16 y 17 años, y su primera obra fue sobre cómo se divertían adolescentes como ellos. En ella daban rienda suelta a su pasión por el jackass, las bromas tarugas y enloquecidas del programa homónimo de la MTV. Ya entonces Albet, ahora popular por sus papeles como actor en series como Cuéntame, manifestaba su interés por los delgados límites entre realidad y ficción. Con esos límites han jugado desde entonces en sus montajes y lo vuelven a hacer ahora con Falsestuff. La muerte de las musas, que se estrena hoy en el Teatre Nacional de Catalunya dentro del Festival Grec y en el que nada es lo que parece. En él van a jugar con las ideas de original y falsificación y a imitar los estilos de conocidos directores teatrales: van a falsificar artes escénicas.
Lo harán a su estilo: no está claro si les siguen fascinando las armas que aparecían en sus obras anteriores, pero mantienen las otras constantes vitales. Por ejemplo, en la pieza sonarán de nuevo muchos idiomas: inglés, castellano, catalán, flamenco, indio, japonés o alemán. Y es que hay intérpretes lituanos, belgas o catalanes que proceden de la danza, el teatro de texto, la performance, la música... y el circo: el payaso Jango Edwards. Y por supuesto en la historia se cruzan diversos planos narrativos de modo que al final no está clara la realidad: una pareja de policías en una ciudad del Este espía los extraños movimientos que tienen lugar en una nave industrial. Quieren descubrir la identidad de un falsificador de arte contemporáneo. Todo se complicará y al final no quedará claro quién hace teatro en esta farsa.
“El hilo conductor es un thriller –explica Albet– sobre la búsqueda de André Féikiévich, un falsificador de arte que se obsesiona tanto con reproducir la belleza que siempre está en continua superación, buscando nuevos límites. Tras colar una gran obra en un museo importante quiere ir más allá. Y el arte más difícil de falsificar es el que está en continuo movimiento: el escénico”. Albet remarca que “Falsestuff nace de la idea de reflexionar sobre el referente, la copia, el homenaje, la falsificación. A veces encontramos similitudes en la forma y el contenido de algunos espectáculos y nos preguntamos hasta qué punto es lícito parecernos los artistas unos a otros. Y creímos muy interesante traducir eso a un ejercicio de estilos sobre el escenario”.
En la obra, cada estilo teatral explica un capítulo de la vida de André. “La idea de qué es verdad y mentira, esa línea tan delgada que tienen las artes escénicas, impregna todo el montaje. ¿Qué estilo es más verdad, cuál más mentira, qué provocan en el espectador y el actor?”, se interroga Borràs. Y explica que se verán danza-teatro. teatro de objetos, teatro documental, teatro musical, teatro contemplativo posdramático y “lo que llamamos rollo Castorf, estilo posmoderno”. E ironiza que “lo bueno de la obra es que si te aburres de un estilo, sabes que a los 20 minutos habrá otro”.
En el montaje se hablan multitud de idiomas y hay intérpretes de danza, teatro, música y circo