EE.UU. y la migración
El estadounidense Ken Isaacs tuiteó contra los musulmanes y los refugiados
La ONU ha rechazado al candidato de EE.UU., Ken Isaacs, que había lanzado tuits contra los musulmanes y contra los refugiados, para presidir la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La manifiesta animadversión del presidente Donald Trump hacia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pasa factura.
La ONU rechazó al candidato de Estados Unidos, Ken Isaacs, para presidir la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esta rama de la institución multilateral había estado bajo el control estadounidense prácticamente desde su creación hace 67 años, salvo durante el paréntesis entre 1961 y 1969.
El nuevo líder es António Vitorino, miembro del partido socialista portugués y persona próxima al secretario general de la ONU, António Guterres. Según algunos medios, Vitorino se impuso desafiando la determinación y los recursos destinados en su campaña por la misión de EE.UU.
Fue una derrota de las que duelen. De la terna de aspirantes, Isaascs quedó relegado al tercer lugar. Queda claro que la OIM no dudó en su rechazo aunque se expone a un riesgo financiero por el posible recorte de las aportaciones de Washington.
En realidad, la Casa Blanca se lo puso en bandeja de plata a la ONU. La elección ha coincidido con un descenso en el número de refugiados que acoge Estados Unidos y en pleno apogeo de la política de “tolerancia cero” de la Administración Trump, que ha comportado separar a los niños de los adultos con los que cruzan la frontera del sur. La demostrada inhumanidad de este Gobierno no contribuyó mucho a respaldar a su aspirante.
Tampoco el elegido exhibe unas credenciales que le avalen como un defensor de los inmigrantes. Más bien todo lo contrario. Isaacs, director de una organización cristiana sin ánimo de lucro –Samaritan’s Pursue–, recibió la nominación el pasado febrero para servir como director de la OIM, que agrupa a un total de 169 países bajo el lema de promover “una inmigración humanitaria y ordenada”.
Una vez que apareció su nombre también se desveló que Isaacs, además de ser un negacionista del cambio climático –circunstancia que ya tiene su impacto en la movilidad–, había realizado toda una serie de comentarios en su cuenta de Twitter –al menos 140 micromensajes– contra los musulmanes –cosa muy trumpista– y contra los refugiados.
Después de que The Washington Post desvelara estos contenidos –“el cambio climático es una farsa” o “el Islam no es pacífico”– Isaacs emitió un comunicado pidiendo “profundas” disculpas por esos textos. “Me comprometo a mantener los más altos estándares de humanidad, dignidad e igualdad si soy elegido”, dijo.
Desde que Trump tomó posesión de la Casa Blanca, su relación con las Naciones Unidas ha ido cada vez a peor. Haciendo eco de las palabras de su embajadora, Nikki Haley, el presidente anunció que su país, el mayor donante, invertiría menos, entre otras razones porque el dinero iba a países que luego le contradecían y atacaban a su aliado, Israel. Hace poco, EE.UU. se retiró del Consejo de Derechos Humanos.
El portugués António Vitorino presidirá la OIM, que casi siempre, en 67 años, ha estado en manos estadounidenses