Tormentoso final para la generación que tocó el cielo en Sudáfrica
Luis Aragonés asentó los fundamentos futbolísticos de una generación excepcional que Vicente del Bosque llevó hasta su máxima expresión. Un total de 9 futbolistas han formado parte de las convocatorias que se adjudicaron la Eurocopa del 2008, el Mundial del 2010 y culminaron con la victoria en la Eurocopa del 2012. Por sentido de fidelidad, Del Bosque quiso palmar con los suyos en el Mundial del 2014 y la Eurocopa del 2016 y prefirió dejar el banquillo antes de acometer un relevo generacional que las leyes de la naturaleza han convertido en inevitable. Andrés Iniesta (34 años) anunció que el de ayer fue su último partido internacional y Gerard Piqué (31) ya había adelantado su adiós a la selección después de Rusia.
Iniesta y Piqué son, junto a Silva (32), Busquets (29), Reina (35) y Ramos (32), los únicos vestigios de la gesta de Sudáfrica 2010 en la selección española que, ocho años después, ha protagonizado un fiasco sin paliativos. “Me veo con barba blanca en Qatar”, afirmó ayer el capitán madridista con un exceso de euforia. Lo más probable es que, si en el próximo Mundial queda alguien de la generación que levantó la Copa del Mundo en Johannesburgo gracias al gol de Iniesta, sea Busquets, que tendrá 33 años.
La mejor generación del fútbol español tuvo un triste final cayendo, no contra la respetable Italia como en la pasada Eurocopa, sino contra la peor de las 32 selecciones que han participado en el Mundial. Rusia ocupa el puesto 70 en el ranking de la FIFA, aunque la imagen de España ya había resultado extremadamente pobre contra Marruecos e Irán.
Iniesta, Ramos y Reina eran los últimos supervivientes del triunfo en la Euro del 2008. Pronto ya no quedará nadie. El cambio en la presidencia de la Federación y la abrupta destitución de Julen Lopetegui dejan al próximo seleccionador sin hipotecas generacionales, pero también sin grandes referentes y con el desafío de acabar con una sequía de seis años. Las lágrimas de Iniesta en Moscú simbolizan el final de una época dorada. La vieja guardia quiso dejar un recuerdo: Iniesta, Piqué y Ramos trasformaron sus lanzamientos en la tanda de penaltis. El resto, no.