La paz interior de Vela
El ex de la Real, que tardó en brillar en un Mundial, ya sabe lo que es ganar a Brasil
Cuando España se proclamó campeona del mundo en Sudáfrica había dos futbolistas que ya sabían lo que era tocar el techo. Iker Casillas y Xavi Hernández lo habían hecho en el Mundial sub-20 en 1999. En la selección mexicana hay tres jugadores que ya saborearon ser los mejores del planeta. Lo fueron en el 2005, al ganar el Mundial sub-17 que se disputó en Perú. Para ello tuvieron que deshacerse de Brasil, donde jugaba Marcelo, en la final. Son Héctor Moreno (sancionado para hoy), Giovani dos Santos y Carlos Vela, que frente a Corea anotó su primer gol en un Mundial. A los 29 años.
El ex de la Real ha tardado mucho dejar su huella en el torneo. Y eso que calidad no le falta. Pero no hay futbolista más indescifrable en México que Vela. Nunca fue tan cierto que es la cabeza la que mueve las piernas que con el delantero de Cancún, al que en ocasiones el fútbol le ha hastiado.
Quizás porque empezó siendo un crío y le robó parte de adolescencia. Ganar el torneo de Perú, en el que fue el máximo goleador con 5 tantos (uno de ellos, el primero de la final contra Brasil (3-0), le valió un contrato con el Arsenal de Arsène Wenger, siempre atento a las promesas. Con 16 años, Vela cruzó el charco. Para ayudarle en su adaptación fue cedido tres años seguidos a la Liga, donde podía entenderse en castellano, al Celta, el Salamanca y el Osasuna hasta que el técnico alsaciano creyó que ya lo podía aprovechar. Jugó en la Premier al lado de Nasri, Arshavin, Van Persie o Cesc. Conoció la Champions e incluso le hizo un doblete al Braga. Pero no acabó de cuajar. Jugaba atenazado. No explotaba todo su potencial.
Su cabeza no era libre. Algo que sí ocurrió en Anoeta. Llegó a San Sebastián como prueba y se quedó seis años y medio después de que los donostiarras se lo quedasen en propiedad. Negocio redondo: jugó 219 partidos y anotó 69 goles. Eso sí, también tuvo altibajos.
Baches propios de un talento genial, al que la polémica ha acompañado. La Real le multó con 100.000 euros por perderse un entrenamiento al ir a un concierto a Madrid. La selección, con la que debutó en el 2007, con 19 años, le apartó un año por organizar junto a Efraín Juárez una fiesta en una concentración. A Sudáfrica en el 2010 fue como titular pero una lesión a la media hora del segundo partido lo dejó KO. Cuatro años más tarde rechazó ir al Mundial de Brasil, donde ambos equipos empataron a cero en la fase de grupos. Dijo no tener la cabeza enfocada. Prefirió que otro aprovechase la oportunidad.
Ahora, ya como jugador del Los Angeles FC (7 goles en 12 partidos desde enero), en cambio se ha subido al tren, quizás el último. “A Vela no se le va a olvidar hacer las cosas extraordinarias que sabe por no estar en Europa. Cuando está conectado, verlo es un deleite. Lo tiene todo”, defiende Jesús Bermúdez, el técnico con el que ganó el Mundial del 2005, uno de sus grandes valedores.
Con Osorio tardó en entenderse pero finalmente el seleccionador de México le ha dado la manija. Con Chicharito en punta y Lozano y Layún abiertos en las bandas, el atacante se junta con Guardado y Herrera para construir casi como interior. Y su zurda de seda hace maravillas. Suya fue la mejor
ESTRELLA EN EL 2005 Vela, que derrotó a la ‘canarinha’ en el Mundial sub-17, renunció a la selección hace cuatro años
ocasión contra Suecia. “Cuando uno está feliz en el grupo y en lo que está haciendo, le sale todo. En su momento, cuando no venía a la selección era por algo, porque no veía las cosas claras. Ahora lo estoy disfrutando muchísimo. Venimos a ser campeones y vamos a intentarlo hasta donde lleguemos”, dice Vela en paz. Como el 2 de octubre del 2005, hace casi 13 años.