Sapenta toma vida propia
La empresa de tecnología industrial Iris lanza una plataforma de entorno de trabajo
Iris es una ingeniería que realiza monitorización y control de procesos para los sectores alimentario, químico y farmacéutico. “Con sensores espectroscópicos, medimos en tiempo real la composición química de materiales en una línea de producción, con la capacidad analítica que tendríamos en el laboratorio”, explica la cofundadora, Oonagh McNerney.
Esta escocesa llegó a Barcelona en 1997 para unas prácticas en el Institut Català de Tecnologia, y decidió quedarse. Fue freelance en el sistema de innovación, y cuando en el 2007 conoció a Colm Digby, crearon Iris, y un año después se trasladaron al Parc Mediterrani de la Tecnologia, en Castelldefels.
Iris realiza proyectos a medida para líneas industriales, y también tiene un dispositivo portátil. Pero “la clave es el software, cómo convertimos los datos del sensor en información relevante para la empresa”. Entre sus clientes figuran Almirall, Torres, Europastry o Salgot. En el 2017, las ventas fueron de unos 3,5 millones, la mayoría en Catalunya, asegura McNerney. La empresa emplea a unas 65 personas, asegura; diez están en una oficina de desarrollo con ingenieros ópticos en Dublín. En el 2014 Iris invirtió en una start-up finlandesa que ha desarrollado una nueva tecnología espectroscópica. Para sus proyectos, Iris utiliza los sensores de una spinoff del ICFO, y desarrolla el dispositivo y la integración.
“En Iris empezamos a mirar hace cuatro años cómo digitalizar al máximo nuestros procesos internos de trabajo. Utilizábamos muchas webs, de forma fragmentada. Es un error típico de la transformación digital: se adoptan aplicaciones muy especializadas, pero que no se han diseñado pensando para conectarse entre ellas de forma ágil”, explica McNerney. De esta forma el equipo interno de Iris desarrolló una plataforma de puesto de trabajo digital que han utilizado en modo de prueba desde 2015, y que finalmente ha acabado teniendo vida propia. “En el 2017 sacamos la primera versión de Sapenta al mercado. Ya tenemos unas 60 empresas clientes, con 1.200 usuarios”.
La compañía, que ha funcionado hasta ahora con la inversión propia de los fundadores, realiza este verano un programa en la aceleradora Barcelona Ventures, con el que pasarán por Silicon Valley. Cuenta con un equipo de nueve personas, y prevé ingresar este año 250.000 euros, explican McNerney y Digby, que están focalizados en su lanzamiento, “para validar el producto y pensar en una ronda de cara a principios del 2019”.
“La mayoría de competidores de Sapenta son herramientas específicas. Nosotros tenemos filosofía agile y lean: sólo las funcionalidades necesarias y de forma intuitiva, y como un ecosistema integrado. Nuestra visión es crear un entorno de trabajo único”.
Iris, de sensores espectroscópicos para procesos industriales, factura unos 3,5 millones